MUNDIAL DE MOTOGP

Honda hace una moto en dos meses, 8 kilos más ligera, pero llega tarde para retener a Márquez

Si la fábrica japonesa hubiese puesto en manos de Márquez, en Misano (11 de septiembre), la moto que entregó el martes, en Cheste, a Mir y Marini, muchos miembros del equipo Repsol Honda están convencidos de que el ocho veces campeón del mundo hubiese desistido de su idea de irse a Ducati

Joan Mir estrenó, el martes, en Cheste, un nuevo prototipo de Honda que parece prometedor.

Joan Mir estrenó, el martes, en Cheste, un nuevo prototipo de Honda que parece prometedor. / REPSOL HONDA MEDIA

Emilio Pérez de Rozas

La espectacular, llamativa y eficaz exhibición que protagonizó el piloto catalán Marc Márquez, en el test de MotoGP, que tuvo lugar, el pasado martes, en el circuito Ricardo Tormo, de Cheste (Valencia), acabando cuarto tras 49 vueltas con su nueva moto, la Ducati ‘Desmosedici’, sirvió, también, para que los responsables japoneses del equipo Repsol Honda, que no han dado la cara en ningún momento durante todos estos años de crisis, volvieran a darse cuenta del gran, del inmenso, piloto que han perdido, simplemente por no ponerse las pilas en los últimos dos años.

Es más, fuentes del propio equipo Repsol Honda reconocieron ayer a El Periódico, una vez concluido el test de Cheste, que si en el test de Misano del pasado 11 de septiembre, la firma japonesa hubiese puesto en manos de MM93 el nuevo prototipo que dieron a estrenar al mallorquín Joan Mir y al italiano Luca Marini, el pasado martes, “muy probablemente hubiésemos retenido a Márquez y, sin duda, empezaríamos a recuperar el tiempo perdido”.

Decepción en Misano

Hay quien piensa, pese a que el ocho veces campeón del mundo no tomó la decisión de abandonar Honda hasta el GP de Japón, a primeros de octubre, que la decepción sufrida por Márquez en Misano, donde comprobó que la moto que Honda puso en sus manos en ese test no tenía nada nuevo que demostrase que estaban dispuestos a seducirle con cambios espectaculares, fue decisiva para que el joven de Cervera (Lleida) empezase a prepararse un futuro más esperanzador fuera de la que, en la última década, ha sido considerada la mejor escudería del mundo.

Fue ahí, en Misano, después del fracaso cosechado por la cúpula de Honda, donde sus máximos responsables, que hasta la fecha habían hecho oídos sordos a la posibilidad de perder a Márquez, que Alberto Puig, Team Manager del equipo, llevaba meses anunciándoles, cuando, al parecer, decidieron poner en marcha el diseño, construcción y puesta a punto de una moto, de un prototipo, totalmente nuevo con el que cautivar a Márquez en Cheste.

Marc Márquez, el martes, en el boxe del equipo Gresini Ducati.

Marc Márquez, el martes, en el boxe del equipo Gresini Ducati. / ESTRELLA GALICIA MEDIA

Lo han hecho, sí, pues la RC213V que Marini y Mir pilotaron, el pasado martes, pese a no acabar entre las mejores (el debutante italiano acabó 10º, dos puesto por delante del ya veterano mallorquín), es una moto “totalmente nueva: es más baja, tiene nuevo motor, suspensiones, aerodinámica….es nueva del todo”, señalan las misma fuentes. Es más, Honda ha demostrado su enorme, oculto e invernado poder, pues ha hecho una moto nueva en tan solo dos meses, lo nunca visto, algo impensable e imposible de llevar a cabo por cualquier otra fábrica. "Adelgazar una MotoGP ocho kilos, en dos meses, es una obra titánica, créame".

Hay esperanza

“Hemos estado probando cosas hasta el final del día, por lo que no hemos tenido la oportunidad de centrarnos en el ‘time attack’”, declaró Mir al término de los ensayos del martes en Cheste. “No era ese nuestro principal objetivo, aunque nuestro ritmo era bueno y los desarrollos son positivos. Todavía hay trabajo por hacer, pero los primeros pasos de esta nueva moto van por el buen camino y podemos afrontar el invierno con ilusión por lo que está por venir".

Marc se pasó años pidiendo que Honda hiciese una moto más bajita y ligera, pero no le hicieron caso. Ahora que se ha ido, la han construido

La RC213V que Honda hizo debutar en Cheste y con la que, probablemente, hubiesen podido convencer, de haberla estrenado en Misano, a Márquez para que se quedase, tiene un motor nuevo, una aerodinámica totalmente diferente a la del 2023 y, sobre todo, algo revolucionario e impensable de conseguir en los últimos dos años: pesa ocho kilos menos.

Es decir, la indiferencia con la que la cúspide del departamento de competición de Honda (HRC) ha afrontado esta larga crisis, en la que era evidente que si no daban muestras de querer cambiar las cosas, el sistema de trabajo en Japón y, sobre todo, la incorporación en su ‘staff’ de buena parte de los mejores ingenieros europeos, aquellos que han convertido a Ducati, KTM y Aprilia en auténticas motos de carreras, ha provocado que se queden sin el mejor piloto del mundo, tal y como demostró MM93, el martes, en su debut con Ducati.

Luca Marini en los entrenamienmtos de Valencia

Luca Marini en los entrenamienmtos de Valencia / GIGI SOLDANO

“Marc llevaba dos años pidiendo que hiciesen una moto más bajita y, sobre todo, que la adelgazasen, que le quitasen peso y nunca le hicieron caso. Y, ahora, en dos meses, tras verle las orejas al lobo, diseñan y construyen una moto nueva que, posiblemente, tras probarla en el test de Misano, le hubiera hecho dudar y tal vez, ahora, seguiríamos teniendo al mejor piloto de la historia”, señala otra fuente, que cree que el prototipo de Cheste tiene una base excelente sobre la que trabajar, mucho y bien, de cara al primer test de Malasia, en el mes de febrero.

Menos peso, más corre

“Si tu le quitas ocho kilos a una moto en solo dos meses, es que, si te lo propones, eres capaz de hacer una moto ganadora”, señaló otra de las personas que ya ha abandonado la escudería Repsol Honda. “Aunque no le hagas nada más a la moto, que sí lo han hecho, cuando adelgazas una MotoGP ocho kilos, la moto corre más, acelera más y mejor, tracciona muchísimo más, frena menos brusco, se tumba muchísimo más y, sobre todo, se convierte en una moto más sencilla de pilotar, sea con el estilo que sea”.

Tardozzi invitó, el martes, a uno de los jóvenes ingenieros que merodeaban frente al taller de Ducati a que entrase y viese de cerca la invencible 'Desmosedici'

Al margen de la presentación y estreno de la nueva RC213V, es decir, del primer proyecto serio, con cara y ojos, que Honda construye en un primer intento de mejorar sus horribles resultados del 2023 (ha terminado la última en el Mundial de constructores, a 515 puntos de Ducati), la firma alada se presentó en el test de Cheste con casi dos docenas de jóvenes ingenieros, que no pararon de pasearse, a lo largo de todo el martes, por los boxes del resto de fábricas para contemplar y acercarse, sin rubor alguno, a las Ducati, Aprilia, KTMYamaha GasGas.

En este sentido, se produjo, incluso, una divertida anécdota cuando Davide Tardozzi vio que uno de esos jóvenes ingenieros japoneses se acercaba, sigilosamente, al boxe de ‘Pecco’ Bagnaia y el jefe de Ducati Corse extendió sus brazos hacia delante, como diciéndole “puedo usted pasar, señor, entre y mire lo que quiera”. Ya se sabe que Gigi Dall'Igna, creador de la 'Desmo' suele defender que lo único que le da miedo es que cualquier otra fábrica contrate a uno de sus ingenieros, lo demás, que sus pilotos se vayan a otros equipos o que los ingenieros fotografien su motos, no lo inquieta. O eso dice.