MOTOR

La nueva MotoGP seguirá el 'show business' de la F1: "Cuantos más aficionados tengamos, más beneficios lograremos"

Liberty Media quiere mantener la esencia del producto, pero lo llevará a más mercados y aumentará su 'engagement'

Una imagen del pasado Gran Premio de Portugal de MotoGP.

Una imagen del pasado Gran Premio de Portugal de MotoGP. / EP

Denís Iglesias

La compra de Liberty Media, propietaria de los derechos de la F1, del 86% de Dorna Sports, dueña de MotoGP es una revolución en el 'motorsport'. Desde 2006, las dos principales competiciones no estaban bajo el mismo paraguas. Ese año, CVC tuvo que deshacerse del Mundial de Motociclismo tras infringir la normativa anticompetencia de la Comisión Europea. El conglomerado estadounidense que pasará a controlar este año MotoGP y F1 espera sortear una barrera que reforzará su papel como gran imperio deportivo.

La noticia no es una sorpresa. Esta operación, valorada en 4.200 millones, se barruntaba desde hace meses. El aficionado clásico de las motos ve en la llegada de un actor 'externo' una amenaza que Dorna vende como una oportunidad. Que Liberty Media sea propietaria de MotoGP no alterará en principio la estructura que ha liderado Carmelo Ezpeleta, que ha sido CEO desde 1994 de la competición. Permanecerá en su puesto y continuará dirigiendo el negocio -su sede seguirá siendo Madrid- con su equipo directivo.

El contenido en redes sociales será clave

Sin embargo, la llegada de Liberty Media sí supondrá un cambio de concepto de MotoGP y el resto de competiciones que organiza la empresa española, como son Moto2Moto3, además del Mundial de Superbike, la Copa del Mundo de MotoE (vehículos eléctricos) y el nuevo Campeonato del Mundo FIM de Carreras Femeninas en Circuito. Para entender las transformaciones que vendrán en las dos ruedas hay que acudir a los cambios que ha introducido su nuevo propietario en la Fórmula 1 desde su llegada en 2017.

Cuando la empresa fundada por John C. Malone llegó al 'Gran Circo' se encontró un modelo liderado por Bernie Ecclestone que estaba anquilosado. "No me interesan para nada los tuits, Facebook o cualquier otra tontería", decía el británico, presidente y director ejecutivo de Formula One Management hasta su dimisión en 2014 por el caso Gribkowsky que le relacionaba con el soborno al banquero alemán del mismo nombre.

Bajo la batuta de Liberty Media, la actividad en redes sociales de la F1 ha crecido un 80%. Al expiloto solo le importaba lo que pasaba en la pista. Ese producto boutique pasó rápidamente a una fase de digitalización, que ha sido uno de los argumentos de peso utilizados por el nuevo propietario de MotoGP para darle sentido a su desarrollo. Liberty Media se fue a la caza de nuevas audiencias a través de las redes sociales. Hizo más atractivo el directo, pero sobre todo buscó 'engagement' después de la carrera.

Más mercados para globalizar el Mundial de MotoGP

La activación más importante fue la que provocó 'Drive to Survive', una serie documental creada para Netflix que estrenará pronto su sexta temporada. Fue un éxito, al revés que MotoGP Unlimited, el proyecto del Mundial de Motociclismo que no pasó de la primera temporada. La falta de una promoción efectiva lastró un producto elaborado por Mediapro que no consiguió enganchar como sí lo hizo el de la F1, con personajes como Guenther Steiner, exjefe de equipo de Haas.

Liberty Media ha apostado por abrir nuevos mercados que el enfoque europeo, pero sobre todo británico, de la F1 nunca había considerado. Así se incorporaron al calendario los circuitos de Yeda (Arabia Saudí), Losail (Qatar), Miami Las Vegas (EEUU). A esta nómina se unirá el GP de España que se celebrará en Madrid a partir de 2026. Lo hará movido por el mismo espíritu que las pruebas estadounidenses. Negocio y ocio, el clásico 'show business' del deporte 'yankee' que es consustancial al propietario de la F1 y MotoGP.

"Sobre la monetización frente al crecimiento del apoyo del público, considero que es una falsa dicotomía. Van de la mano. Lo que hemos visto en la F1 es que, a medida que crecen el número de aficionados sube el beneficio. Con mayores audiencias se generan más socios, de retransmisión o patrocinadores, que buscan 'branding' y activaciones. A medida que crece al expectación, lo hace la demanda. Se crea una rueda positiva", respondió Greg Maffei, CEO de Liberty Media, cuando se le preguntó sobre cómo iba a cambiar el modelo de MotoGP.

F1 vs. MotoGP, una brecha del 120% en audiencia

El nuevo propietario quiere llevar a una nueva dimensión un producto histórico que maneja buenas cifras. El Mundial de Motociclismo cerró la temporada 2023 con registros previos a la pandemia: 2,9 millones de espectadores, un 20% más que la campaña anterior. Uno de los detonantes de este incremento fue el pulso que mantuvo 'Pecco' Bagnaia hasta prácticamente el final con el español Jorge Martín.

Esta emoción es algo de lo que no puede presumir la F1 en los últimos tiempos. Max Verstappen y Red Bull han dominado con mano de hierro las tres últimas temporadas. Amenazan con prolongar su tiranía durante este año, a pesar de las tensiones internas desatadas por el 'caso Horner'. A pesar de este incontestable dominio, el valor mediático de pilotos como Lewis Hamilton o Fernando Alonso ha alimentado el 'fandom' de la competición.

La venta del producto más allá de la competencia ha permitido a la Fórmula 1 abrir una brecha con MotoGP de casi el 120%, según los datos de la última temporada. La diferencia está en unos niveles que no se alcanzaban desde 2005. Incluso aplicando herramientas idénticas, el 'Gran Circo' logra mejores resultados. La prueba más palpable está en las carreras al 'sprint', que por su carga excesiva y mala programación han provocado un desgaste en el motociclismo.

Recuperar las viejas batallas y dar a luz a nuevos ídolos

Con todo, Dorna ha dotado de valor a un producto que en 2006 tenía un valor de 500 millones y que acaba de vender por 4.200. El operador español aprovechó, sobre todo al principio, el valor de nombres como Valentino Rossi, Dani Pedrosa, Casey Stoner o Jorge Lorenzo. La caída en desgracia de valores seguros como Marc Márquez y la falta de grandes referentes enfrentados ha menguado el valor de una competición que tiene en España su gran caladero.

Dentro del propio Mundial de Motociclismo se han detectado las debilidades. "Yo sé lo que es ser un aficionado. Lo que hago es lo que me gustaría ver por televisión si todavía fuera un 'fan'. La gente quiere ver batallas como las que sostuvieron Pedrosa y Lorenzo; Márquez y Rossi; Lorenzo con Márquez; Rossi con Biaggi; Rossi contra Sete Gibernau...", afirmaba en verano Pedro Acosta, una de las grandes sensaciones en el inicio de la actual temporada.

Por eso para Maffei, CEO de Liberty Media, MotoGP es "un producto increíble que tiene una competición y una emoción increíbles", por lo que el objetivo es "abrirlo a un público más amplio y a un mayor número de socios comerciales de todo tipo". El Mundial de Motociclismo desembarcó en India, Kazajistán y regresó a Indonesia.

De ahí que el conglomerado estadounidense acelerará una revolución que ya estaba en marcha para construir una nueva realidad global del 'motorsport', donde dos públicos diferenciados como el de las motos y los monoplazas, converjan sin perder la independencia.