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Ruina

Un informe oficial concluye que el cine Metropol no merece protección

El ayuntamiento solo pedirá a los dueños que intenten salvar algún elemento destacado

Un informe oficial concluye que el cine Metropol no merece protección

El informe arquitectónico del cine Metropol encargado por el Servicio de Planeamiento del Ayuntamiento de València a un despacho externo ha concluido que el citado edificio no reúne las características necesarias para ser incluido en el catálogo de bienes protegidos, lo que significa que sus propietarios pueden derribarlo, como es su intención. Todo lo más que puede hacer el consistorio, según fuentes oficiales, es negociar con los dueños para que el «hostel» que se quiere hacer allí respete algunos elementos aislados de la fachada (letrero) o de interior, identificados como «Art Déco» popular.

El informe fue encargado por el ayuntamiento después de que los dueños del cine Metropol, situado en la calle Hernán Cortés, número 9, decidieran derribarlo y los defensores del patrimonio, apelando a la reforma que en su día hizo el afamado arquitecto Javier Goerlich, reclamaran de las administraciones su salvación.

Solo con ese informe externo tendrían una base rigurosa para pronunciarse al respecto y dar los permisos municipales, ya que su posición era claramente protectora, pero el edificio no dispone de ningún tipo de protección que obligue a su conservación.

Goerlich no basta

Pues bien, ese informe ya está cerrado y dice que el edificio no reúne las características necesarias para ser incluido en el catálogo del Plan Especial del Ensanche. Para empezar, asegura que su estado actual es de «ruina técnica» debido a su cierre a finales del siglo pasado y al incendio que lo destruyó en el año 2001. Y por lo que se refiere a su historia, explica que el edificio se construyó a finales del siglo XIX como una residencia normal y fue remodelado en 1929 por Javier Goerlich para convertirlo en el cine Metropol sin alcanzar la «singularidad» de otros edificios similares de la ciudad.

«Aunque el autor de la remodelación parcial de los años 30 es un arquitecto de reconocido prestigio, estamos ante una obra menor dentro de su extenso repertorio», aseguran los arquitectos, que precisan igualmente que el edificio no es un «modelo representativo» de las primeras construcciones del Ensanche, ni «reune los valores urbanísticos merecedores de ser tenidos en cuenta».

Ni siquiera la fachada merece un tratamiento especial, dicen, pues aunque se valora la intervención de Goerlich, «no es menos cierto que se trata de un aditamento impostado» y que «tampoco se trata de una fachada Art-déco».

En conclusión, «el edificio no alcanza el interés suficiente como para ser incorporado al catálogo del Plan Especial del Ensanche, ni en tanto que inmueble representativo de la arquitectura racionalista valenciana ni tampoco en su vertiente Art-déco»

Todo lo más que se puede recomendar es un «gesto» con alguno de sus elementos, dicen los arquitectos, y a eso se acoge el consistorio, que, según fuentes oficiales, sugerirá a los dueños que conserven algunos de estos elementos en el proyecto futuro.

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