Quien crea que la pastelería es una ciencia exacta y precisa se equivoca. Aunque existen recetas que requieren una preparación muy minuciosa con todos los ingredientes pesado y hasta incluso con una temperatura indicada, lo cierto es que hay otras que siempre salen bien y no requieren grandes conocimientos de cocina. Son recetas fáciles y con éxito asegurado. Casi siempre se trata de recetas tradicionales y muy sabrosas que no requieren grandes conocimiento de cocina ni complejos utensilios, ni siquiera peso.
Son la recetas de toda la vida. Las recetas de la abuela. Una de estas es el pastel de los cinco vasos. Sí. Así de simple. Cinco vasos. Como su nombre indica tiene cinco ingredientes principales y un utensilio básico... un vaso para medir.
Ingredientes del pastel o torta de los cinco vasos
- Un vaso de leche (puede ser vegetal)
- Un vaso de aceite vegetal
- Un vaso de azúcar blanquillo (puede ser moreno pero requerirá más tiempo de batido hasta que se disuelva)
- Un vaso de harina de maíz
- Un vaso de harina de trigo común
- Una cucharada de levadura química
- Ralladura de limón o extracto de vainilla para añadir sabor a la torta
Proceso de elaboración del pastel de cinco vasos
Al igual que los ingredientes y su medida, esta receta es muy fácil de elaborar. Es uno de los secretos de su éxito. En primer lugar hay que mezclar la leche con el aceite y el azúcar hasta su total disolución. Cuando la mezcla esté lista se añade primero la harina de maíz y luego la de harina. Con una varillas hay que batir la mezcla hasta que no queden grumos de harina. Por último hay que añadir la levadura química y el extracto de vainilla o la ralladura de limón.
Con la mezcla lista solo falta llevarla a un molde engrasado y enharinado y hornear a 180 grados durante unos 50 minutos.
El resultado final es una torta con textura de bizcocho pero sin huevo. El azúcar y el aceite le otorgan mucha jugosidad.
