Bombazo en Pasapalabra: Orestes le regala el rosco a Rafa

Orestes se lo está llevando todo en Pasapalabra. El joven burgalés ha batido ya el récord de permanencia y sigue manteniéndose en un concurso que cada día registra mayores índices de audiencia porque el público está ansioso por saber si es él o su rival, Rafa Castaño, quien se hace finalmente con el bote de Pasapalabra, que ya ronda los casi 2,1 millones de euros.

Rafa, sevillano y periodista de profesión, no le anda a la zaga. El joven goza también de un enorme talento y, entre los dos, garantizan el espectáculo cada tarde en este programa de Antena 3.

Cada uno tiene su grupo de seguidores y, en ocasiones, estos son muy tajantes, con explícitas acusaciones al concurso de favorecer a uno o a otro. Pero lo cierto es que ambos, Rafa y Orestes, disfrutan de una buena relación y no hay rivalidad entre ellos más allá de la que cabe esperar cuando alguien pelea por una fortuna de más de dos millones de euros.

Los dos son sabedores de que tienen una gran preparación y de que la suerte puede decantarse en cualquier momento por uno de ellos, pero de ahí a que mantengan una dura rivalidad, hay un mundo.

Orestes y su gesto en el rosco de Pasapalabra

Los seguidores de Orestes destacan de él su nobleza, su simpatía, su carácter y, sobre todo, lo buena persona que es. Se trata de algo que se ve a simple vista y que el burgalés exhibe una tarde tras otra al poner por delante la amistad y el respeto a su contrincante antes que seguir engrosando una cuenta corriente que ya de por sí tiene llena.

A Rafa, por el contrario, son muchos los que lo acusan de ser un estratega que únicamente arriesga cuando es imprescindible y que no regala nunca nada a su rival. Otros, sin embargo, loan las actuaciones del sevillano y admiran su forma de jugar en detrimento de la de Orestes, al que acusan de ser mucho más infantil y despreocupado.

Y lo cierto es que no importa quien tenga razón porque ambos son sólo dos concursantes midiendo su sabiduría por un bote, el de Pasapalabra, que alcanza cifras desorbitadas para el común de los mortales.

Aunque tampoco se le puede negar a Orestes que a menudo tiene gestor de enorme nobleza con el que es su contrincante. El último de ellos fue más que evidente en el programa que se emitió el viernes 13 de enero, cuando el burgalés arriesgó en el rosco de Pasapalabrasin tener necesidad porque ya tenía el programa ganado y, por tanto, los 1.200 euros que se llevan por cada edición del concurso en la que consigan la victoria.

Pero, en vez de facturar, Orestes Barberoprefirió arriesgar en una palabra a sabiendas de que no tenía seguridad sobre la respuesta y de que aún le quedaban otras dos definiciones por resolver de las que, además, no tenía ni idea.

Aún así, y ya con su rival, Rafa Castaño, con un error e idénticos aciertos (22), el de Burgos tomó sus riesgos, contestó y falló. Ese gesto le dio el empate a Rafa y, por tanto, lo salvó de tener que sentarse en la silla azul en el siguiente programa, el que se emitirá el lunes 16 de enero.

Su gesto fue evidente para todo el mundo e incluso el presentador de Pasapalabra, Roberto Leal, comentó a Orestes que no tenía necesidad de arriesgar para ganar y que había regalado el empate (y 600 euros) a su rival. "Una derrota nunca -le respondió Orestes-, pero sacrificar una eventual victoria por un empate, tampoco pasa nada, que lo que importa es la permanencia hasta que haya posibilidades reales" de llevarse el bote de Pasapalabra.

Lo dicho, un gesto noble de Orestes y que le honra.