Hace más de treinta años que el Hotel Reconquista de Alcoi, por impulso de Ximo Orta, organizó el primer campeonato de «perxa» entre los pequeños pueblos que quisieron apuntarse de la montaña alicantina. La prensa comarcal le dio una amplia cobertura y las calles estrechas, empinadas, asimétricas en algunos casos, se llenaron del entusiasmo popular por recuperar una vieja tradición secular. Hasta se organizaron encuentros oficiales entre los campeones de «perxa» y de «galotxa» de Alacant, Castelló y Valencia. A fin de cuentas, las única diferencia entre la «perxa» y la «galotxa» de nuestros días es que esta última optó por el juego per dalt corda y la primera mantiene el joc a ratlles.
Aquello decayó, y hubo de esperarse a que surgiera otro loco por la causa como Armand Verdú, que ya nos dejó hace años, para recuperar la memoria y la presencia de la modalidad. Y volvió a decaer hasta que los nuevos tiempos federativos y el empuje de un comité del joc a ratlles la han recuperado de manera definitiva con varias categorías de juego y la inclusión de equipos de diferentes comarcas.
El Joc de Pilota es rico en modalidades. Todas deben preservarse, porque todas forman parte de ese conjunto cultural que es esencia de nuestro deporte. Promocionar las modalidades requiere trabajo de base, del que hoy la pilota puede presumir como pocos deportes. Requiere también las atenciones mediáticas que cultiven la ilusión de sus protagonistas.
El domingo esa pequeña población de Castell de Castells, paso entre La Marina Alta y l´Alcoià y el Comtat, vivirá una jornada festiva en torno al deporte de siempre. Sus calles se llenarán de gentes llegadas desde Sella, Benimagrell, El Campello, Benifallim y Relleu. Pelotaris que mantiene el culto al deporte que estiman y que acuden con la ilusión de regresar a sus pueblos con el máximo honor: conquistar un torneo grande del deporte propio. Pelotaris y aficionados que necesitan sentir el calor humano de los amantes del Joc de Pilota.
