“El tema del derecho a la ciudad es fundamental” ¿Alguien lo duda? Paz Nuñez Martí, joven doctora en Arquitectura en la especialidad de Urbanismo, defendió este punto, con un inicio de discurso técnico y debate final humano.

“Llegó el nuevo alcalde y al día siguiente me cesaron”. Nuñez era Asesora técnica del Comisionado Cañada Real del Ayuntamiento de Madrid, el mayor asentamiento ilegal de Europa donde viven cerca de tres mil menores de las ocho mil personas cuantificadas, sin olvidar a los numerosos animales condenados a suplicio hasta la muerte. ¿Qué clase de gobiernos, durante más de cuarenta años, denominados civilizados, desarrollados y europeos, han hecho la vista gorda ante la fatal exclusión habitacional que favorecen las denominadas “ciudades informales” marginales?

“La pobreza extrema tiene una cara muy fea” añade la también integrante del grupo de investigación COOPUAH (desarrollo social, económico, medioambiental y sanitario de países con bajo IDH (salud, educación y riqueza)”. ¿Cuándo bajaran al terreno los equipos demagógicos de salón? ¿Cuándo palparan las terribles realidades de personas sin hogar? El escritor florentino Giovanni Papini, en Retratos, escribe sobre Walt Whitman: “Prefiero los poetas que han cantado el dolor y han sufrido verdaderamente a los que han versificado todos los sentimientos posibles, quedándose siempre con el espíritu tranquilo en un seguro sillón”.

Urbanismos insurgentes responden a conflictos de ignorancia hacia las realidades presentes en núcleos humanos. Cualquier compromiso o acción son válidos si ayudan a la integración y ofrecen entorno educacional, sanitario y de transporte para personas que quieren integrarse a la ciudad formal. ¿Por qué la historia oficial, oculta o niega la existencia de otras opciones vivenciales? ¿Por qué cualquier dispositivo pasa por no inmiscuirse en las posibles soluciones de verdadera ayuda? Máxima precariedad, violencia, insalubridad ¡Cuánto dolor!

“Llegó el nuevo alcalde y al día siguiente me cesaron” en el puesto de arquitecta responsable de proyectos e intervenciones en la Cañada Real, confesaría Nuñez ante un público reunido en la escucha de los discursos anunciados para la mesa redonda: Miradas sobre la ciudad informal. Desde el arte al urbanismo. In memoriam Juan Luis Piñón Pallarés.

¡Élite social! Un joven brasileño presente en el acto así calificaba a las y los arquitectos de su país.

“Cuando había cambio de gobierno, el trabajo que se había hecho se iba a la basura” declaraba en la Sala de la Muralla del Colegio Mayor Rector Peset, la también arquitecta Elena Fortes delegada de la Plataforma Española Passivhaus (consumo casi 0) de la Comunitat Valenciana, refiriéndose a una intervención en Hispanoamérica.

“La voz de los (las) que menos tienen está totalmente silenciada, han vuelto los derribos”. Ya con Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella las palas entraron a destajo en la Cañada Real. Actualmente ¿existe realmente opción y vocación de escucha por la voz de personas desamparadas? “El PP no pensaba que iba a salir, no se podían ni imaginar que fuesen a gobernar”, la Comunidad de Madrid. A día de hoy, “Nadie me ha pedido planos ni nada” de cuanto se realizaba en la histórica vía pecuaria de trashumancia ganadera. Y Nuñez confiesa se vio: “Cambiando de camiseta y tragándome el sapo”.

“Siempre hay barrios deprimidos” declaraba el docente de Urbanismo ya jubilado Vicente Colomer. ¿Pero habrá que aportar soluciones que ayuden a las personas? A continuación, el trajeado disertante, aconsejaba “Tratar que los cambios sean una readaptación del sistema”. Giuseppe Tomasi di Lampedusa, en su novela El Gatopardo, escribió una frase memorable e intemporal: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.

En núcleos “informales”, “La no ciudad”, “La geografía humana es importantísima”, puntualiza Nuñez basándose en su experiencia en las afueras de la capital de España donde “Hay gente que tiene mucha cara” que no pagan ni luz ni agua y tienen casas con “piscina” y “piano de cola”, personas que suelen erigirse como representantes de la totalidad del grupo vecinal. Catorce kilómetros, seis sectores, conforman los asentamientos y “Sólo se da en uno” la venta de droga; el sexto es el peor “No hay ni abastecimiento de agua” y, en la totalidad de tramos, no existe red de saneamiento utilizando pozos negros. ¡Desesperanza, marginalidad, brutalidad e inmundicia a catorce kilómetros de la Plaza de España madrileña! “Tenemos un asentamiento encima del túnel del AVE”.

“Vamos a ver que va a pasar con el cambio de gobierno”.

Gerifaltes, dioses de las finanzas y absurdos títeres encumbrados, ¿por qué no incluyen en sus programas formativos el sentir en carnes propias la exclusión habitacional?

En el Corolario Político Principal, recogido en La Ley de Murphy del 2000, escrito por Arthur Bloch, se lee: “Un buen slogan derrota a una buena solución”, y, tal parece, cualquier situación es idónea para eslóganes políticos que turban.

“Solo quieren ganar dinero” afirma el arquitecto y profesor Luis de Armiño sobre el alumnado que acaba la carrera; reseñando que la vivienda es “Requisito indispensable para la vida social”. “En Méjico el modelo de referencia es el de Estados Unidos, pero en pobre, una especie de colonización del campo de espaldas al campo”.

“Especulación al servicio de la intervención”. ¡Que sinvergonzonería jugar con la necesidad ajena!

Vivimos “Un fenómeno de despilfarro inmobiliario; la vivienda como elemento de consumo” sentencia Luis de Armiño citando uno de los apartados de su tesis.

-“Y tú ¿no has tenido nunca casa? -Yo no.-¿Y dónde sueles dormir? -Pues en el verano, en las cuevas y en los corrales, y en el invierno en las calderas del asfalto. - ¿Y cuando no hay asfalto? -En algún asilo. -pero bueno ¿qué comes? -Lo que me dan. - ¿Y se vive bien así? (Pío Baroja. La busca).