TRIBUNA

El plan valenciano contra la despoblación: ni utopías ni miopías

Jorge Hermosilla

Jorge Hermosilla

En primavera del 2021 se presentaba en Castellón el Plan Estratégico Antidespoblación impulsado por la Agenda Valenciana Avant. Se trata de un documento elaborado por investigadores de las universidades de Alacant, Castelló y València, coordinado por esta última. Es sabido que la despoblación valenciana, como acontece en otras comunidades autónomas españolas, es un proceso territorial integral que se ha ido implantando durante décadas. La despoblación valenciana tiene su origen tanto en factores de expulsión de los espacios rurales, como de atracción de otros espacios, generalmente urbanos. Es un proceso pues vinculado al desarrollo territorial valenciano.

El Plan Valenciano Antidespoblación o Estrategia Avant, como consecuencia de ello, está diseñado con un planteamiento global y holístico, cuyos programas y acciones se organizan en torno a unas líneas estratégicas inspiradas en el desarrollo sostenible, y que son respuesta a las necesidades de los territorios en proceso de despoblación. De esa manera el Plan se estructura en las siguientes cinco temáticas: económica, medioambiental, social, cultural y gobernanza política; que agrupan a 15 objetivos estratégicos, 60 programas y 336 acciones, para el período comprendido entre 2021-2030.

La despoblación no se soluciona únicamente atrayendo a familias al mundo rural, sino que es fundamental crear un escenario económico y social con suficientes atractivos para los nuevos vecinos, y, por supuesto, para los habitantes actuales. Es decir, un escenario capaz de frenar el éxodo rural, así como de atraer a nuevos residentes.

La Estrategia Avant recoge en la línea estratégica 15 la creación de un observatorio de la propia estrategia, que desempeñe labores de acompañamiento técnico, de seguimiento de la aplicación del Plan y de evaluación de las acciones desarrolladas. Desde la Cátedra Avant de la Universitat de València estamos acometiendo dicha labor. Transcurridos los primeros 18 meses de dicha tarea hemos elaborado un documento técnico que responde a esas misiones vinculadas al seguimiento.

La información facilitada por la Dirección General Avant, mediante la participación de las diversas Consellerias de la Generalitat Valenciana, así como de las Diputaciones Provinciales, para los 178 municipios valencianos identificados que padecen el proceso de despoblación, nos ha permitido la elaboración de un análisis del actual escenario relacionado con el grado de ejecución de la Estrategia Avant. Se han identificado durante este período aquellas acciones dirigidas a combatir los problemas de la despoblación que padece el medio rural valenciano.

Del análisis cualitativo, más que cuantitativo como posteriormente indicaremos, se desprenden las siguientes conclusiones.

Primera. 182 acciones de las 336 que recoge la Estrategia Avant se están acometiendo. Es decir, alrededor del 55% del total de las acciones. El informe técnico confeccionado a finales del 2021 indicaba que dicho porcentaje no alcanzaba el 35%.

Segunda. Los niveles de ejecución de los programas y acciones para cada una de las cinco líneas estratégicas son dispares. Así, las de economía, medioambiental y social, representan entre el 58% y el 59%, mientras que los valores de las dos restantes, son inferiores: la dimensión cultural, tan sólo el 25%, y la gobernanza política, el 47%.

Tercera. La Estrategia Avant indica qué acciones de las 336 son necesarias (142 de primer nivel), importantes (162 de segundo nivel) y recomendables (32 de tercer nivel). El grado de ejecución de esos tres niveles son 56,3%, 54,9% y 40,6%, respectivamente. Es decir, proporcionalmente se están abordando más aquéllas calificadas como de más importancia.

Con todo, el desarrollo del seguimiento de la Estrategia Avant se encuentra en su primera fase, en la cual se ha procedido a establecer unas bases que permitan la evaluación para la totalidad del período de su vigencia, entre 2021 y 2030. Se trata de establecer un sistema de indicadores que faciliten un análisis cualitativo del grado de ejecución, para a continuación, en la siguiente fase, proceder a la valoración cuantitativa. En ese sentido, valoramos de manera positiva lo acometido hasta la fecha.

En esa primera fase es prematuro recurrir a las variables demográficas que nos permitan comprobar si en el proceso de despoblación ha habido un cambio de tendencia. Sería ilusorio por nuestra parte recurrir a los cambios del padrón municipal entre 2021 y 2022 para identificar los primeros resultados de la Estrategia Avant. Más allá de ese escenario utópico, se pretende que la labor de seguimiento del Plan permita comprobar cómo las acciones programadas se están llevando a cabo en su gran mayoría y en los territorios en proceso de despoblación. Ésta constituye un proceso territorial que depende de numerosos factores de diferente naturaleza como ya se ha apuntado; evitarla, combatirla y vencerla requiere, en consecuencia, de acciones de carácter económico, social, cultural, medioambiental y logístico. No recurramos a la «miopía cortoplacista», cuando se trata de un problema estructural cuyo origen está en los principios del siglo pasado y, posteriormente, intensificado en los años sesenta. Y las soluciones precisan de la colaboración y la participación de las administraciones públicas, así como acciones territorializadas que respondan a las necesidades específicas de cada unidad territorial, sean municipios o comarcas aquejados por el éxodo rural.