Ágora

Ganas de cuidar

María José Catalá

María José Catalá

Este fin de semana, en Parque Central, presentábamos nuestro programa. Con un lema que ya es de todos, ¡Ganas!

Ganas de buena gestión, de cuidar, de proteger, de una Valencia líder.

Hoy, me detengo en esas ganas de cuidar, porque creo que es importante explicar a qué me refiero.

La palabra cuidar implica diligencia, esmero y atención. Va más allá de la gestión.

Considero que la Administración debe asegurar las condiciones que permitan el bienestar de los ciudadanos y la igualdad de oportunidades. Especialmente de los más vulnerables.

En Valencia, el riesgo de pobreza ha aumentado en los últimos años, y debemos reaccionar.

No es tolerable que en esta ciudad haya 800 personas durmiendo en la calle y que se hayan cerrado albergues.

No es tolerable que nuestros mayores tengan centros en condiciones penosas.

No es tolerable que los parques en los que juegan nuestros hijos estén oxidados, rotos y mal cuidados.

Y tampoco es tolerable que un Gobierno que se llama social haya construido 14 viviendas de protección en 8 años.

Con los actuales precios, un joven valenciano debería dedicar el 64% de sus ingresos al alquiler. Pero también para una de cada cinco familias, la vivienda supone el 40% de sus ingresos.

Es evidente que debe aumentar la oferta de alquiler, con más seguridad, sin intervenciones como las que propone la nueva Ley del Gobierno y con más vivienda de protección pública. Pero viviendas reales, no solares.

Yo me he comprometido a construir 1.000 viviendas de protección pública. Hogares en los que más valencianos puedan desarrollar su proyecto de vida y crear una familia.

Familias que debemos cuidar. Y para mí, como trabajadora y como madre, uno de los grandes pilares es el fomento de la conciliación. Especialmente de las mujeres, porque somos nosotras las que mayoritariamente limitamos nuestra carrera profesional por el cuidado familiar.

La conciliación y el feminismo no se predican, se asumen con los propios actos y se impulsan con medidas.

Es preciso fomentar la conciliación desde las empresas, con mayor flexibilidad de horarios, bolsas de horas, teletrabajo, pero también medidas muy concretas desde la administración.

Y aquí, la gratuidad universal de la educación de 0 a 3 años y ampliar ayudas y actividades extraescolares es vital.

Indudablemente, el cuidado de las familias y la infancia será un eje principal de mi gobierno.

Por eso, una idea que siempre he defendido es la libertad educativa. Que los padres y madres elijan libremente el centro en el que estudien sus hijos.

Y quiero que las familias disfruten de una ciudad amable y acogedora, con más zonas verdes. Y, por supuesto, el cuidado de la joya de nuestro patrimonio natural, La Albufera.

Fue el PP quien duplicó, con 3 millones de m2, los espacios verdes en Valencia, no precisamente de pintura, y quien trabajó en la regeneración de la Albufera.

Pero queda mucho por hacer.

Una Valencia que cuida de las familias, nuestros jóvenes y mayores, una Valencia cuidada y amable. Esta es mi Valencia.