Ágora

El futuro es de València

Sandra Gómez

Sandra Gómez

Si a las 12h de un domingo, en medio de un puente, el lugar más concurrido de una ciudad es la feria del libro no me cabe duda de que el futuro es suyo. Es cierto que, en el caso de València, últimamente hay muchas noticias que nos invitan a mirar con optimismo lo que viene.

La semana pasada Deutsche Telekom anunciaba que abriría su ‘hub’ digital en València, uniéndose a otras como HP, Lufthansa, Siemens, Hitachi o la propia sede de la gigafactoría de Volkswagen. De hecho, ayer, pese a todas las dificultades, vivimos un primero de mayo al que llegamos con los mejores datos de empleo, tras haber subido el salario mínimo y transformado los empleos temporales en indefinidos.

València está en un buen momento. Se puede intentar negar por tierra, mar o aire, pero la realidad es evidente. Y por eso, cualquier propuesta que en estas elecciones se haga para la ciudad no debe partir de una mirada al pasado. Nunca tiene sentido, pero en esta situación menos. Tampoco desde la complacencia, porque ninguna ciudad es perfecta y ni siquiera las que viven buenos días están exentas de riesgo.

El proyecto que se presente a la ciudad hoy ha de querer trabajar con la ambición de una València que pueda más. La que puede plantearse metas más altas que cuando vivía ahogada por la corrupción, el endeudamiento y la reputación distorsionada por sus dirigentes. Debe querer impulsar un crecimiento mejor y más sostenible. Un nuevo modelo de empleo de calidad que no se cimente en la economía de la especulación sino en el talento. Debe querer atajar también los problemas de nuestro momento, entre los que sobresale el precio de la vivienda. De querer rediseñar la ciudad hacía un modelo de proximidad, más preparada para la emergencia climática y con mayor calidad de vida.

De eso tratan nuestras propuestas. Esas y no otras son las ganas que se respiran en la ciudad, las ganas de futuro. De hecho, al salir de la presentación del programa electoral el pasado sábado, descubrí que una estudiante de segundo de Bachillerato llamada Ángela había pegado una fotocopia en la que pedía colaboración para hacer un estudio y comenzaba con la siguiente reflexión: «No nos equivocamos cuando decimos que vivimos en la millor terreta del món. Según Forbes, València es la mejor ciudad del mundo para vivir en 2022. Elegida Capital Verde Europea 2024, Capital Europea del Turismo Inteligente 2022 y Capital Mundial del Diseño 2022. Pero… ¿es la accesibilidad un punto fuerte de la ciudad?». El estudio, al cual acompañaba un QR para recoger las respuestas de los vecinos y vecinas, planteaba el horizonte de ser una ciudad de 15 minutos.

Esta ciudad será la de personas como Ángela, que, como la gran mayoría, se reconoce en ese modelo de ciudad en el que vivir mejor. Por eso, cuando presentamos la interpretación del mapa de Virginia Lorente sobre el mañana de nuestra ciudad el resultado es tan ilusionante, porque esta estudiante de Bachillerato y algunas de las multinacionales más importantes del mundo están de acuerdo en que el futuro es de València.