Va de bo

Destellos de esperanza

Alberto Soldado

Alberto Soldado

Un joven aficionado de Montserrat vive con pasión la final del Interpobles Edicom de Galotxa.Sufre en cada “quinze”. No hay golpe del pelotari de su pueblo que no vaya acompañado de un empujar de piernas y brazos. «No, si ja voràs com se complica la cosa…», cuando los de Ovocity El Marquesat, con Carlos, Gerardo II, Sopetes II y Guillem, se acercan en el intento de remontar la desventaja del fulgurante inicio de Oscar, Javi, Carlos y Añó, ganando cuatro juegos consecutivos. La afición de El Marquesat, con el acompañamiento del bombo, ríete del de Manolo- se mantuvo con esperanzas hasta el ultimo momento pues su equipo confirmaba aquella sentencia de los clásicos sobre la inmutabilidad de las esencias. Las esencias, -el ADN biológico- de la legendaria formación de Alfarp fueron y son las de la valentía y la no rendición. Todavía recuerdo como si fuese ahora la final del Trofeo Moscatel de Godelleta entre el equipo de Colorado, Claudio y Silla contra el de Alfarp con Agustín, Conrado y Sopetes, año 1975. Ganaba Godelleta por cuatro juegos a «pujar i baixar» y apenas quedaba tiempo en el reloj, porque entonces se jugaba a dos horas. Cogió la pelota Agustín, para ferir, y soltó con toda la rabia y la fe que puedan imaginarse: «No han de guanyar…!». Y efectivamente, consiguió la igualada cuando sonaba la alarma del reloj… Esencia ganadora. Evidentemente no se me ocurrió molestar el ánimo del joven aficionado que bastante sufrimiento llevaba encima. Le dejé disfrutar de una recta final que pareció un poco más plácida. Tuvo tiempo de comentarme que percibía una cierta recuperación de la afición: «Ahir en Vilamarxant, trinquet ple i hui ací, igual. No pensa vosté que es nota certa recuperació…?». Y un servidor no tenía intención de establecer un debate tan profundo como ese. Le contesté con un tímido, «sí pareix notar-se…». De hecho mi llegada al trinquet de Galotxa de Godelleta, con la partida final de juveniles entre Massamagrell y Montserrat tuvo la agradable sensación de ver las gradas llenas, como hacía mucho tiempo no veíamos. Y comprobar al alto nivel de juego de los jóvenes pelotaris. Ganó Massamagrell, con un equipo que dará que hablar. Permítaseme ser optimista cara al futuro, sobre todo viendo la calidad de estos jugadores de la final de Galotxa, o la de la Copa 2 de Escala i Corda, como Alejandro de Montserrat, Hilari de Beniparrell, o Diego de Onda, que llegarán a las alturas más pronto que tarde y que deleitaron a la afición congregada en la final de la Copa Caixa Popular en Vilamarxant. Ganaron Alejandro e Hilari, que son muy jóvenes pero tienen carácter y templanza de gente madura. Atentos a Alejandro que en cuanto perfeccione su técnica tiene poderes para acabar siendo el Alejandro Magno del Joc de Pilota.

Nueva victoria de Montserrat, rey indiscutible de la Galotxa, celebrada como se celebran los títulos que engrandecen la historia de un club, acumulación de sentimientos transmitidos de generación en generación. Y mientras contemplo el abrazar del joven aficionado a sus ídolos locales, tras el 70 a 45 final pienso que sí, que, efectivamente, se nota una cierta recuperación en la afición... Al menos nos acompaña la esperanza de revivir tiempos mejores.

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