'Todos los paletos fuera de Madrid'

Corría el año 1984 cuando el grupo musical Séptimo Sello cantó por primera vez 'Todos los paletos fuera de Madrid', una canción erigida a modo de himno 'nacionalista' madrileño con sobradísima ironía y que recogía todas las 'perlas' (valencianismo, sic) que rodean la esencia de la capital de España. 'Por la unidad de los madrileños en una nación, por una autonomía llena de pichis' clamaban. El mensaje central estaba claro: Madrid es lo más y solo lo que viene de fuera ensucia su imagen, belleza y convivencia. Y si es mejor, y perdonen mi matiz, lo copian (ahora se resignifica) y ya: la mejor paella, ensaimada, fartó, pintxos, morteruelo, fideuà, esmorzar, pa amb tomàquet etc estará en Madrid. A las redes me remito.

Recuperar a este mítico grupo de la fonoteca de nuestra historia viene a colación de la polémica generada durante las pasadas semanas en la capitalísima ciudad del oso y el madroño a causa de la famosa mascletà que Maria José Català y José Luís Martínez-Almeida han organizado junto a la Casa de Campo. El lugar, sin duda alguna, no debe ser el más idóneo y por eso un juez acaba de admitir a trámite una denuncia animalista por el grave impacto que 370 kilos de pólvora puede tener en la numerosa y diversa fauna del zoo de Madrid. Algo así como disparar al lado del Bioparc. Inasumible. Pero, además de eso, el ruido -nunca mejor dicho- mediático y político generado alrededor de este evento no deja de resultarme, cuanto menos, curioso. O sea, a los miles de turistas madrileños que vienen por Fallas con los AVE a reventar les parece bien y disfrutan de lo lindo de una buena mascletà en València pese a los pobres gatos, perros y palomas sufridoras, pero, ¿todo son problemas si se dispara en Madrid?

Quizás, y volvemos al tema del emplazamiento, el lugar escogido no fue el adecuado y si querían disfrutar de una mascletà como Dios manda debería haberse habilitado la Puerta del Sol. No hay ayuntamiento valenciano que se precie que no haga su mascletà en una buena plaza o, en su defecto, en un solar bien pegadito al casco urbano. Para que retumbe hasta lo más profundo del alma. Si no se siente, si no se vibra, si no se pronuncia la expresión 'ha estat bé', todo queda en un sucedáneo. De hecho, solo hace falta ver las muecas de decepción de valencianos y valencianas cuando los cientos de kilos de pólvora no han hecho su labor. 'Ha posat poca pólvora'. Y ala, a comer.

Decía Séptimo Sello: 'subes en un autobús y huele a campo, ¿quién tiene la culpa? Los paletos. ¿Quién nos ensucia el museo del Prado? Los paletos'. Si es que eran visionarios. Ya veremos como queda todo.