Opinión

Donde bailan las moscas

Hay tipos que cuando hablan sube el pan, al menos eso decía mi abuela y la verdad es que yo no entendía muy bien a qué se refería, pero suponía que era cuando alguien decía cosas que tenían un impacto desatado y absolutamente desproporcionado y casi ajeno a la realidad y en ese instante, imaginaba yo, el pan subía y el hambre aumentaba y entonces, tras propiciar el caos, aquellos que habían hecho subir el pan lo repartían entre el pueblo para acallar a las masas y evitar posibles levantamientos. Todo eso imaginaba yo cuando mi abuela decía lo del pan y estos días estoy comprobando que no estaba tan equivocada, porque lo que está representando el presidente Milei al hablar de Sánchez hace que suba el pan, sobre todo en su país, donde todo el mundo habla de Sánchez y no de los problemas que se viven estos días en Argentina, país en el que el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 31,8% y en ellos reside el 41,7% de la población total, según los resultados del segundo semestre de 2023 correspondientes al total de aglomerados urbanos.

Cuando estuvo por España Milei hace unos días dijo del presidente Sánchez que era calaña y a su mujer la tildó de corrupta, todo para generar una euforia cuyos efectos serán contrarios a los propósitos que buscaban esas palabras que el señor Milei ha rematado en su país diciendo que el presidente de España «es tan cobarde que necesitó mandarme a pegar por mujeres. Es algo de una cobardía feroz», para añadir que «lo que está pasando en España no es independiente del accionar del Kirchnerismo acá; está promovido desde el Kirchnerismo acá». Y así, mientras el foco esté puesto en él, no se habla de otra cosa que no sea Milei y su activismo contra el socialismo culpable de todas las plagas y males mundiales en esa forma tan peculiar que tiene de entender las cosas con ese lenguaje tan misógino, de bronca continua y no exento de imaginarias campañas de persecución contra su persona.

Creo que Vox no ha medido muy bien lo que puede significar de cara al 9J todas las barbaridades que Milei ha dicho en el acto organizado por este partido en Vistalegre el pasado fin de semana y que posteriormente ha reiterado desde su país. Y es que todo puede ser gracioso y Sánchez, incluso, odioso, pero de ahí a decir de un presidente que es calaña y cobarde va un trecho que quizá Sánchez y el Gobierno español sepan aprovechar de forma medida y satisfactoria en una campaña que promete perlas impagables de ebrio furor y falta de talento allí donde solo bailan las moscas.