Septiembre de 1992. Primera expedición valenciana a tierras de Bélgica para jugar a Llargues contra un combinado de aquel país. Pigat era miembro del equipo. En el avión, cargados de miedos y de ilusiones me comentaba: "Acò és molt gran. Jugar a pilota contra altres païssos era una cosa impensable€i ara podrem fer campionats d' Europa i del món". En aquellos años era una figura indiscutible en los carteles profesionales. Tres veces campeón del Circuit Bancaixa. Reconocimiento de su profesionalidad. Carisma entre los aficionados. Lo daba todo en la cancha. Aquellos ojos y aquel tono en la expresión retrataban su amor hacia este deporte. Era muy consciente de que comenzaba una nueva era en la Historia del Joc de Pilota. Tras el Mundial de Argentina de 2002, relevando a Viñes, otro de los grandes que dejó una profunda huella entre los aficionados, asumió los destinos de la selección que siempre aparecería como una de las grandes favoritas.

Noviembre de 2017. Pasto, capital del departamento de Nariño. La selección valenciana remonta una final imposible contra Bélgica y conquista el título mundial de Llargues. "El títol de Llargues torna a casa, estos xicons son fabulosos", comentaba entre abrazos y lágrimas. Y es que en Ecuador nos habían derrotado los holandeses; en Holanda nos derrotamos a nosotros mismos€. La de Colombia será la final más recordada de la Historia. Y él, aquel pelotari de postín, hijo de uno de los grandes del Raspall, podía vivir el sueño de aquella primera expedición a Bélgica, nada más y nada menos que como seleccionador valenciano. Lo hacía a diez mil kilómetros del pueblo, Genovés, donde aprendió a amar este deporte. Han sido 17 años al frente de esa responsabilidad. Se va por voluntad propia , porque prefiere guardar en su recorrido vital la sensación de libertad. Un campeón de su altura tiene derecho a elegir el momento del adiós a tan alta responsabilidad. "Ahora quiero disfrutar de la selección sin la enorme presión que conlleva la necesidad de ganar€" Se va como un , el que siempre fue en la cancha y fuera de ella. La pilota necesita de carismas como suyo. Seguro que de una u otra forma volverá a ilusionarse con algún proyecto.