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A Certain State of Mind

Alteraciones de la percepción

Alteraciones de la percepción

Cuando Georges Didi-Huberman escribió su ensayo Imágenes pese a todo: memoria visual del Holocausto (2004) se preguntaba si ver una imagen puede ayudarnos a conocer mejor nuestra historia. Hay artistas que han trabajado en esta línea comprometidos con la célebre máxima que dice que si olvidamos la historia estamos condenados a repetirla.

A Certain State of Mind es una exposición colectiva de los artistas Ting-Ting Cheng, Ryan Gander, Mark Geffriaud, Rubén Guerrero, Roman Ondák y Yann Sérandour que invita al espectador a reflexionar en torno al hecho de que nuestros filtros personales hacen que cada experiencia frente a la obra de arte sea única, cómo digiera uno las imágenes es decisivo.

Comisariada por la directora de la galería, Olga Adelantado, en colaboración con Solene Guillier, la muestra puede visitarse hasta el 15 de enero de 2016 en la galería Luis Adelantado de Valencia. Reúne instalación, escultura, fotografía y pintura. Permite múltiples recorridos que una meticulosa hoja de sala con indicaciones de las obras sobre plano facilitan, pero encontramos que el itinerario más recomendable es, en esta ocasión, de abajo a arriba.

La primera sala es amable, las pinturas de Rubén Guerrero gustan de entrada por su colorido y solo al acercarse demasiado se enturbia el ambiente pasando desde el interior de un agujero negro que hace pensar en el infinito, jugando con qué es fondo y qué es superficie, cuestionando la ubicación del visitante, hasta lo que podría ser el capirote de un nazareno agujereado por balazos. Hemos caído en la trampa de la perspectiva invertida, de pronto son las obras las que observan al público.

Roman Ondák, de origen eslovaco, incluye a la directora de la galería en un diálogo ambiguo transcrito sobre la pared, después, frente a Guerrero, exhibe una fotografía de finales de los noventa tomada desde un plano nadir como si fuese la vista subjetiva de un bebé en su cuna observando a los padres. Esos padres son él y su esposa, que asoman parcialmente sus rostros. La imagen está pegada a la pared, sin marco, y a una altura bastante elevada como para hacernos sentir pequeños. Nosotros somos ese niño que quiere que lo saquen de su cuna-parque, que lo liberen de entre barrotes, esos barrotes protectores que a la vez protegen y aislan del mundo.

Rayas negras conforman un trampantojo de Yann Sérandour que bebe de Daniel Buren, una aparente lámpara confeccionada a partir de un envase de líquido anticongelante cuelga frente al paisaje rayado, es obra del británico Ryan Gander. En cada sala conviven obras de diferentes artistas, con un sentido tan logrado que incluso llegan a confundirse entre sí en ciertos momentos, lo cual es muy interesante porque revela un montaje atípico, de corte museístico y sin duda didáctico.

Didi-Huberman aludía a la noción de la «redención de la imagen» según Benjamin y Kracauer, así como al lugar de la imaginación en la cuestión ética en la obra de Hannah Arendt. El trabajo de la artista taiwanesa afincanda en Londres, Ting-Ting Cheng traslada esos conceptos al lenguaje del diseño editorial para llevar al espectador a escenarios cuyas imágenes han sido censuradas por las presiones políticas de un país. Por ejemplo, el impacto del Proyecto Manhattan, la bomba de Hiroshima, es referido en un pie de foto que las autoridades estadounidenses se aseguraron de que no fuese difundida dado que aparecían víctimas, así la artista sustituye dicha imagen por un rectángulo azul que tapa el testimonio visual de la tragedia.

El discurso del francés Mark Geffriaud complementa al de Cheng pues aporta libros fotografiados solo con las impactantes imágenes, sin texto, los textos han sido borrados y el espectador ha de escribir en su mente la historia. Mientras que la taiwanesa intervino los libros durante una acción en la que los sacaba de la biblioteca y los devolvía tras retratarlos, Geffriaud genera una sensación de irrealidad que nos distancia acentuando ambos la insondable banalidad del mal que impregna toda la muestra.

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