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La campaña «del café» de Cáritas recoge en Alzira 54.000 euros para el nuevo edificio

La parroquia de Santa Catalina construye una casa que atenderá a inmigrantes y a familias sin recursos

La campaña «del café» de Cáritas recoge en Alzira 54.000 euros para el nuevo edificio

La parroquia de Santa Catalina de Alzira ha conseguido recaudar a través de «la campaña del café» un total de 56.520 euros. El resultado de las donaciones de 157 familias de la Ribera que han aportado el importe de un café diario, durante un año, para la construcción de una casa de Cáritas que será sufragada íntegramente por los propios colaboradores.

Todavía les queda por delante conseguir poco más de 243.000 euros para completar los 300.000 que supone la construcción íntegra del edificio. Acaban de terminar la primera fase, la parte de la estructura y el techo, y en septiembre los operarios de la construcción arrancarán con los trabajos de la parte interior del edificio. Enrique Macià, párroco de la iglesia de Santa Catalina, explica que «la casa de Cáritas ha sido diseñada por dos arquitectos que han trabajado de forma desinteresada».

Además la construcción se ha encargado, a partes iguales, a dos empresas alcireñas que están acometiendo en distintas fases la obra. Espera el párroco que la edificación esté acabada en su totalidad en octubre de 2016 «con el inicio del curso escolar», matiza. La casa se sitúa en la calle José Dolz Salimeries.

Este proyecto, iniciado hace once años, comenzó con una propuesta del arciprestado. La compra del solar, una casa en ruinas, se hizo con un fondo común originado por la venta de una propiedad de la iglesia en Alcalalí. En aquel momento se pagó 84.141 euros por el solar de 150 metros cuadrados.

Atención al inmigrante

Desde entonces han pasado nueve años y medio y la parroquia de Alzira propuso retomar el proyecto y financiarlo de forma solidaria. «Además de la atención que se dedica a escuchar las necesidades de quien se acerca a la parroquia, habrá espacio para otros servicios», apunta el párroco de Santa Catalina, «como son la atención a familias necesitadas, el servicio de apoyo legal para inmigrantes y la colaboración al empleo doméstico». Macià comenta que se han puesto en marcha recientemente las «aulas de la esperanza» que proporcionan refuerzo escolar a más de 20 niños de familias sin recursos. «Una iniciativa que está teniendo mucho éxito entre los jóvenes» y que cuenta con la ayuda de profesores jubilados.

La construcción de esta casa es, según cuenta su impulsor, una oportunidad de renovación para la parroquia. Asegura que dedicarán una buena parte del espacio a la formación básica y permanente así como al almacenamiento de libros, revistas y documentos pues pretenden inaugurar una biblioteca que estará a disposición de todo aquel que quiera visitarla.

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