El presidente de la Federación Valenciana de Empresas de Construcción, Francisco Zamora, discrepó con los planteamientos de futuro para dinamizar el sector expuestos en el acto inaugural: «Desgraciadamente tengo que ser pesimista, no veo soluciones a corto plazo. Si no hay dinero, difícilmente se pueden realizar políticas activas de empleo», señaló Zamora, quien comentó que desde el 2007 la construcción «cae en picado» -detalló que de las 31.437 empresas que había en la C. Valenciana en 2007 quedaban en 2015 sólo 12.727 o que de los 208.478 empleos de aquel año se ha pasado a 45.936- y se mostró muy crítico con el Gobierno central al señalar que cortó los incentivos y que, en la crisis, «se ha dedicado a salvar a las grandes entidades financieras» pero no a abordar los problemas de financiación de las empresas. «Me parece muy bien que se den ayudas al automóvil, pero para la vivienda no hay ninguna», denunció.
Francisco Zamora admitió que en la rehabilitación «hay mucho que hacer», tanto en vivienda privada como en edificios públicos, y pidió a la Administración que simplifique las ayudas y no ponga topes en materia de renta o de segundas residencia ya que, incidió, hay edificios en la playa que hay que rehabilitar y no dejar que se caigan.
Admitió que hace falta formación para trabajar con los nuevos materiales que se emplean en el nuevo modelo, pero frente a la especialización que había durante el «boom» inmobiliario, reivindicó que hace falta «el albañil de toda la vida que sabe hacer un poco de todo» para que se puedan realizar contratos mas largo plazo.
