Un día más, los bomberos de Cullera tuvieron que acudir ayer a apagar un nuevo incendio. Esta vez se declaró por la tarde en un cañar en mal estado situado entre las partidas del Pla y el Tol·lo. La falta de lluvias de la temporada ha provocado que muchos cañaverales se encuentren en un alarmante estado de sequedad. La falta de limpieza los convierte en un polvorín. Se trata del décimo incendio que se declara en Cullera desde principios de año. Los técnicos analizaban al cierre de esta edición si un descuido de alguien podía estar en el origen fortuito de este incendio que consumió unos 200 metros de cañizo junto a una acequia de las partidas de arrozales.
El aviso de un vecino, alrededor de las seis y media de la tarde, puso en alerta a las fuerzas de seguridad, que rápidamente se personaron y evitaron que las llamas avanzaran en dirección a la carretera N-332. La actuación de los bomberos y de efectivos de la dotación local de Protección Civil permitió apagar con rapidez el fuego y evitó su propagación a los huertos colidantes en producción.
El concejal de Agricultura se personó rápidamente en el lugar de los hechos y avanzó que debido a la proliferación de estos actos se están elaborando una serie de medidas para sancionar a los culpables y para que se adopten las sanciones pertinentes para aquellos propietarios de parcelas que no las tengan de forma adecuada.
El Ayuntamiento de Cullera pretende incidir en la necesidad de que todos se conciencien de que mantener los terrenos en perfecto estado contribuye a que no sucedan más actos de este tipo.
