Unecol nació en 1970 como una empresa familiar dedicada a la fabricación de colas, eso sí, por aquel entonces fue bautizada como Gymcol. Desde sus inicios, la entidad apostó por la integración social y su apoyo al personal discapacitado siempre ha estado presente. Según cuenta su director general, Andrea Gozzini, «Unecol ha contado con personal discapacitado desde hace muchos años, antes incluso de las leyes de ratio». Esto ha supuesto, durante todo este tiempo, «una experiencia muy provechosa y beneficiosa» ya que tienen, en palabras del propio director, «mucha suerte con nuestro personal».
A lo largo de los años, la empresa ha evolucionado. La fábrica de colas se transformó en un complejo industrial e introdujo entre sus productos los adhesivos para sistemas de canalización de PVC, lo que sumado al «boom» de la construcción hizo crecer aún más a la compañía. Pero a pesar de que Gozzini recalca la importancia que tiene para este tipo de sociedades las apuestas en I+D+I y la automatización de la industria, eso no ha impedido que siempre hayan tenido un hueco para que las personas que no lograrían oportunidades en otras empresas más robotizadas, obtengan un lugar de trabajo, ayudándolas a formar parte de la sociedad. Andrea Gozzini explica que, para ello, apostaron por «productos de pequeño formato y debido a que esto conllevaba algunos procesos manuales». Además, el director general señala que, dentro de esa filosofía en pro de las personas, la empresa «adaptó los horarios hace años para conciliar la vida profesional con la familiar», lo que implica que se trabaja en un único turno.
En la actualidad, el Grupo Unecol está presente en más de 50 países, con una facturación total que supera los 24 millones de euros y presume de ser la primera empresa en obtener el certificado ISO y de ser pionera en gestión medioambiental, al fabricar adhesivos sin THF.
