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La gestión para elevar el nivel del agua en la Albufera abre una guerra con los regantes

Los comuneros de Sueca denuncian que las medidas exigidas atentan contra el cultivo del arroz y piden el relevo de la directora del parque natural

La gestión para elevar el nivel del agua en la Albufera abre una guerra con los regantes

Las medidas urgentes exigidas por la Fiscalía Provincial de València y aplicadas por la Conselleria de Medio Ambiente en el Parc Natural de l'Albufera para mantener unos niveles óptimos de agua en la marjal tras alcanzar el pasado mes de noviembre mínimos históricos pese a encontrarse en plena época de la «perellonà» o máxima inundación del lago, han desatado un fuerte enfrentamiento entre los arroceros de Sueca y la directora-conservadora del parque, Paloma Mateache. Los agricultores indican que las medidas que exige Mateache son «inasumibles» y pondrían en riesgo el cultivo del arroz y, a la vez, califican a la directora de «radical» y de «no querer dialogar». Por estos motivos, han solicitado que se le aparte de sus funciones al frente del paraje, pues «en treinta años no hemos tenido los problemas que estamos teniendo con ella», denunció el presidente de la Comunidad de Regantes de Sueca, José Pascual Fortea.

La Fiscalía instó a la conselleria o a la junta rectora del parque a sustituir a la Junta de Desagüe en el control del agua, ente al que consideró responsable de los bajos niveles de agua y que, según pudo comprobar este periódico, se rige por unas ordenanzas preconstitucionales y sin criterios medioambientales aprobadas durante la dictadura de Primo de Rivera. Desde entonces, se han intentado cumplir las exigencias del Ministerio Público, aunque algunas de las decisiones han chocado directamente con los intereses de los arroceros. Según aseguran los propios labradores, «Mateache quería que la inundación invernal durara un mes más de lo habitual. Le explicamos que eso pondría en riesgo el cultivo del arroz, porque para sembrar primero hay que secar la tierra para la cosecha y eso requiere de un tiempo, pero su respuesta fue que nos tomásemos dos años sabáticos y no cultivásemos arroz», indicó Fortea. El máximo representante de los comuneros suecanos insinuó que «su intención es hacernos la vida imposible» y recordó que en los 30 años que l'Albufera está declarada como parque natural «han pasado directores de todos los colores políticos y siempre se ha llegado a un consenso». En este aspecto, asegura que la relación con el concejal delegado de Conservación de Áreas Naturales y Devesa-Albufera es buena y existe un diálogo, pero incide en que «con ella es imposible», refiriéndose a Mateache. «Este año hemos hecho la perellonà poco a poco y parece que no es suficiente, que nos exigen más, y nosotros necesitamos secar los campos para poder cultivar. Si no nos quiere en el parque, que nos compre las tierras y nos iremos a otra parte», añade el comunero.

Otro foco de conflicto

Según explica Fortea, existe otro tema que ha enfadado a la comunidad de regantes. Se trata del revestimiento de una acequia de Sueca, concretamente el Sequió de les Barraques, cuyo proyecto permanece atascado. «La intención es mejorar la eficiencia y evitar la pérdida de agua por las grietas, no se trata de ningún capricho, pero la directora se presentó en la última reunión sin el informe y mostrando una foto de la acequia, argumentado que ella la veía bien y que no le hacía falta ninguna actuación». En este aspecto, el suecano indica que siempre se han reformado acequias tras la «perellonà» y «nunca ha pasado nada».

Por todos estos motivos, la comunidad de regantes suecana ha exigido que le retiren a Mateache la dirección del parque. «Queremos a alguien con quien se pueda dialogar». Los comuneros no descartan tomar las medidas necesarias para conseguir su propósito, y concluyen señalando que «si la conselleria quiere tener un parque en condiciones, debe de poner a alguien que pueda dialogar con todos los actores».

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