La época dorada de la naranja sembró las calles de Alzira de almacenes de fruta, aunque ya quedan pocos ejemplos. La historia reciente constata un goteo continuo de traslados y cierres de negocios que vivieron años de esplendor en la capital de la Ribera Alta. Sólo han sobrevivido los más fuertes en un mercado complejo. Una nueva empresa agrícola acaba de romper esta tendencia con la puesta en marcha de un moderno almacén para el manipulado y confección de fruta en las antiguas naves de Bodegas Pérez, junto a la CV-50. La apuesta de la SAT Ecocultivos Valencianos por disponer de unas instalaciones propias representa el primer almacén que se crea en Alzira en las últimas dos décadas, si bien en este período también se produjo el traslado al polígono El Pla de la firma Frutas Beltrán, anteriormente con sede en Guadassuar.
Ecocultivos Valencianos es una SAT familiar que cuenta con un centenar de hectáreas de producción ecológica propia, que confeccionará en estas nuevas instalaciones para la exportación. El proceso de manipulación en unas instalaciones también propias le permite controlar toda la cadena, siguendo el modelo que antiguamente imperaba entre los exportadores, ya que esta firma alcireña también dispone de su red de distribución con destino a países del centro y norte de Europa como Alemania, Suiza, Francia y los países escandinavos.
«La agricultura es rentable siempre que te especialices», afirma el gerente de la SAT, Bernardo Hernándiz, que destaca en este caso la apuesta por la producción ecológica «que es lo que te pide el cliente». Hernándiz explicó que el almacén empezó a trabajar en pruebas en noviembre con la previsión de alcanzar en el primer año unos cinco millones de kilos. Hernándiz destacó que se trata de una iniciativa asociada a una producción propia, si bien la SAT está abierta a que se puedan incorporar nuevos socios al proyecto.
Una instalación de 5.000 m2
El nuevo almacén de Ecocultivos Valencianos, una firma que tiene su origen en la empresa Fruites Tot l'Any, dedicada a la producción y comercialización de fruta convencional, cuenta con una superficie construida de 5.000 metros cuadrados en la que se ha instalado maquinaria de última generación. El gerente de esta empresa familiar explicó que en él se confeccionarán caquis, granadas, naranjas, clementinas y fruta de verano como melocotones y nectarinas, de forma que pueda tener actividad durante al menos nueve meses al año. La empresa ha incorporado a 40 trabajadores en el almacén y otros 30 en el campo.
Bernardo Hernándiz señaló que la puesta en marcha de esta instalación ha supuesto una inversión muy importante y destacó que se ha buscado en todo momento recurrir a proveedores del entorno más próximo para ejecutar tanto la obra como las instalaciones auxiliares. En un primer momento empresas de la propia Alzira, mientras que se ha recurrido a otras de municipios del entorno cuando no era posible encontrarlas en el ámbito local.
Tanto las cámaras frigoríficas como los muelles de expedición del almacén son de nueva construcción, mientras que en el resto de la nave se ha sustituido la antigua cubierta de amianto por los paneles que marca la normativa.
La exigencia de los clientes y supermercados a los que la empresa alcireña suministra la producción ecológica ha forzado la construcción de este nuevo almacén que garantiza la completa trazabilidad de sus productos.
