La Bioplanta de Insectos Estériles de Caudete de las Fuentes, que tiene una capacidad para producir 500 millones de pupas a la semana -es la segunda más grande del mundo-, abastece los machos estériles para la experiencia que se está realizando en la Ribera.
El procedimiento consiste en inundar el medio donde se quiere desarrollar la técnica de forma que, por una cuestión numérica, los machos esterilizados tendrán mayor probabilidad de cruzarse con las empreas. El apareamiento da lugar a huevos inviables, es decir, de los que no nacerán nuevos mosquitos, por lo que el sistema contribuye a frenar la expansión de la plaga. Por otra parte, cabe señalar que los machos no pican, sólo lo hacen las hembras, por lo que los vecinos no se verán afectados por la abundante liberación de ejemplares.
