El arranque de la temporada de tiradas de aves acuáticas en el Parque Natural de l'Albufera, que incluye los acotados de Cullera y Sueca, no ha podido ser más decepcionante. Los cazadores tenían depositadas grandes esperanzas, ya que los indicadores lo hacían presagiar hasta hace un par de semanas. La llegada del frío y el hecho de que muchas las aves habían empezado su periodo de inmigración en octubre hizo pensar que esta campaña corregiría la mala experiencia de años anteriores. Pero el desengaño ha sido mayúsculo. Algunas de las más cotizadas replazas no llegaron a recoger ni el 20% de los patos que acostumbraban.
En Sueca, la replaza 10 abatió 40 piezas, mientras que en Cullera, la numero 6, una de las más caras en la subasta de octubre, no llegó ni a 10 piezas. El malestar de los aficionados se dejó sentir en los arrozales. Por su lado, los cazadores de Cullera dieron la jornada como perdida prácticamente desde el primer disparo a las 8 de la mañana. Muchos cazadores que habían entrado en los «bocois» para disfrutar de una ancestral tradición transmitida de padres a hijos decidieron abandonar el acotado horas antes ante la ausencia de aves acuáticas. Las sensaciones fueron muy malas.
Un problema que se repite
Los cazadores del parque natural de l'Albufera consideran que el frustrante inicio de la temporada está motivado por «la mala gestión realizada desde la Generalitat, ya que acotados como Silla Cullera o Sueca han tenido muy mal resultado en esta primera jornada». Los aficionados acusan a la Conselleria de Medio Ambiente de» gestionar muy mal el agua dentro del parque natural. «Por ejemplo, en Sueca, la parte alta del acotado ha quedado prácticamente sin agua». Las aves acuáticas migratorias necesitan unos niveles de inundación adecuados a sus características «pero este año se han presentado muy por debajo de lo que habitualmente se tenía y en los tres últimos años es una circunstancia que se está repitiendo con demasiada asiduidad», reprochan tiradores de Sueca y Cullera.
«Ha de ser la propia conselleria de Medi Ambient la que ha de obligar a quien corresponda a que se mantengan los niveles de agua ya que en caso contrario no se puede decir que realmente sea un parque natural», añaden los aficionados.
«Nivel por debajo del mínimo»
Todo hacía indicar que las lluvias de las últimas semanas iban a mejorar los niveles dentro de los acotados, especialmente en Cullera y Sueca, «pero no se han puesto las medidas pertinentes para que el agua se quedara dentro de los acotados, no se han puesto las barreras suficientes para mantener el agua en las replazas y los acotados se han quedado prácticamente secos o con niveles muy por debajo de lo necesario para garantizar que las aves migratorias puedan quedarse en ellos», lamentan.
Ante estos antecedentes, los cazadores piden que se tomen las medidas necesarias para que el nivel de las replazas se incremente y puedan volver los tiempos en que los cazadores disfruten de una tradición tan arraigada en la comarca de la Ribera Baixa.
