Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cientos de visitantes desoyen la prohibición del baño en l'Assut d'Antella

La playa fluvial de la Ribera se llena cada fin de semana pese a las advertencias de la Confederación Hidrográfica del Júcar - Las imprudencias han provocado accidentes mortales en los últimos años

39

Los bañistas acuden al Assut d'Antella aunque el baño está prohibido

La Comunitat Valenciana cuenta con cincuenta zonas peligrosas para el baño en ríos y embalses, según el último informe ofrecido por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Uno de ellos es l'Assut de Antella, que en los últimos años se ha convertido en un lugar cuyo atractivo atrae a cada vez más visitantes. He ahí la dicotomía. Se trata de un paraje envidiable que representa mejor que nadie los encantos del turismo de interior, al mismo tiempo que es un enclave en que el baño está prohibido. Las administraciones, por su parte, aplican la ley del mínimo esfuerzo y no han encontrado una solución al problema. Los usuarios desoyen por completo las restricciones.

L'Assut de Antella, como el resto de lugares señalados, presenta una peligrosidad que salta a la vista. Es una de esas zonas en las que el baño puede convertirse en una actividad de cierto riesgo debido a la proximidad de infraestructuras hidráulicas que, en más de una ocasión, se han convertido en trampas mortales. Eso no ha evitado que, sobre todo durante la última década, se convierta en uno de los referentes del turismo de interior, con miles de visitantes. La posibilidad de acceder al paraje sin coste alguno y disfrutar de amplias zonas de baño, además de otras actividades recreativas como el piragüismo, le han concedido una excelsa fama entre aquellos que prefieren evitar la masificación de la costa o que, simplemente, prefieren el agua dulce a la salada.

Instalación de carteles

Sobre el papel, no habría nada que reprochar. El problema es que en la zona está prohibido el baño, ni siquiera está acondicionada para tal uso. Así lo acredita la cartelería instalada por la CHJ. No obstante, la restricción se limita a eso: carteles. El organismo de cuenca siempre ha defendido que con la instalación de señalística ya cumple la ley de Aguas y que no es posible establecer vigilancia a lo largo del cauce. Sería tratar de ponerle puertas al campo.

Los usuarios siempre han reclamado la declaración de zona apta para el baño para dar más seguridad al paraje. Eso permitiría a la administración competente poder contratar un servicio de socorrista o disponer de salvavidas, aunque el ayuntamiento siempre ha reprochado a los organismos supramunicipales que no dispone de suficientes recursos para tomar medidas. De ese modo, se reducirían los riesgos y se equipararía el paraje con playas o piscinas, en las que también pueden suceder incidentes pero son considerablemente más seguras al contar con dichos dispositivos.

No obstante, el condicionante más importante es la presencia de infraestructuras hidráulicas, un factor cuya combinación con la insensatez de algunas personas, en muchos casos jóvenes que según los vecinos van al paraje a ingerir considerables cantidades de alcohol, resulta extremadamente peligrosa. Se ha convertido en habitual ver a personas que saltan desde lo alto de un paredón de más de diez metros, que hacen lo propio desde lo alto de los «portells» de riego, que descienden por los canales que separan el agua para dirigirla al ramal del Xúquer que nace en Antella o que se cuelgan de cuerdas para «surfear» en la Acequia Real. En definitiva, gente que ve en l'Assut una especie de parque de atracciones acuático.

Ignorar la amenaza

Los mencionados factores han provocado que en l'Assut se hayan vivido épocas negras con accidentes mortales prácticamente cada año. Es cierto que en las playas o piscinas también fallece gente pero, de nuevo, entra la prohibición o no del baño. Pero ni siquiera eso ha quitado las ganas de disfrutar del paraje a visitantes y vecinos de la localidad. Es más, los antellenses relativizan el riesgo de nadar en sus aguas. Para ellos, el verdadero peligro es desconocer el riesgo que entraña su particular playa de interior.

Curiosamente, la mayoría de fallecidos en l'Assut (el último accidente mortal se produjo hace tres años, en verano de 2016) son personas extranjeras que ignoran la amenaza de nadar en zonas cerradas al baño. Éstos, incluso, desoyen las advertencias y los consejos de los antellenses, que se han criado desde pequeños en el lugar.

Los vecinos se declaran conocedores de l'Assut y de sus peligros, son consientes de que echarse al agua entraña un cierto riesgo, pero que no es mayor que en otros lugares; por eso, muchos acuden a diario, con sus familias, y disfrutan tanto de los espacios verdes como de baños en zonas en las que el agua apenas supera la cintura. Las restricciones y los trágicos incidentes no han menguado, y seguramente tampoco lo harán en un futuro próximo, la afluencia al paraje natural.

Compartir el artículo

stats