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El pacto de Compromís y EU consuma la fractura con el PSPV en la Ribera Baixa

El edil nacionalista de Favara Escrig presidirá la Mancomunitat tras imponerse a la socialista Calatayud

El nuevo presidente, Arturo Escrig, ayer, en una votación. joan gimeno

La izquierda de la Ribera Baixa volvió ayer a evidenciar una total desunión y se mostró incapaz de cumplir el «Pacte del Botànic» para consensuar siquiera el nombre del nuevo presidente de la Mancomunitat de la Ribera Baixa, un ente en el que PSOE, EU y Compromís disfrutan de una amplísima mayoría. Tras casi quince días de negociaciones y después de aplazar la pasada semana la investidura del presidente, ayer se formalizó la elección del concejal de Favara Arturo Escrig Catalá, el miembro más joven del ente comarcal, como nuevo mandatario.

Compromís y EU habían cerrado un acuerdo antes de la sesión de investidura que permitió a Escrig sumar once votos frente a los seis que obtuvo la candidata del PSPV, la concejal de Almussafes Davinia Calatayud. El recuento arrojó dos abstenciones. Arturo Escrig necesitó una segunda votación ya que en la primera no había logrado la mayoría absoluta. No asistieron a la sesión plenaria el representante suplente de Benicull y los dos representantes de Sollana, esto últimos del PP.

El ya nuevo presidente de la Mancomunitat lamentó en declaraciones a Levante-EMV «que no se haya podido llegar a un acuerdo entre los partidos de izquierdas». Escrig asegura ser consciente «del trabajo que queda por delante para intentar que la Mancomunitat sea de todos y para todos» y para ello ha dejado la puerta abierta a una posible entrada de los representantes de Almussafes, Llaurí, Sueca, y Fortaleny, todos del PSPV. Escrig señaló como principales objetivos continuar con el trabajo iniciado por su compañera de partido y alcaldesa de Favara, Oro Azorín, «y sobre todo hacer que la Mancomunitat continúe siendo un referente en materia de Bienestar Social dentro del País Valenciano».

Una vez elegido presidente y siguiendo con los estatutos de la Mancomunitat de la Ribera Baixa se procedió a la elección del vicepresidente primero. La votación arrojó el mismo resultado. El alcalde de Polinyà, Òscar Navarro (EU), sumó once votos a favor de los representantes de Compromís, Esquerra Unida y la alcaldesa independiente de Benicull, mientras que Davinia Calatayud conseguía seis votos del PSOE. Al igual que en la primera votación se produjeron dos votos en blanco, lo que revela fugas en el grupo socialista.

También el PSOE perdió la votación por la vicepresidencia segunda, cargo que asumirá la alcaldesa de Benicull, Amparo Giner, al imponerse por once votos de nuevo a Davinia Calatayud, que volvía a sumar sólo seis de los ocho votos del PSPV, incluidos los de Sueca.

Ruptura en la izquierda y el PSPV

La votación deja a las claras la imposibilidad de cumplir el «Pacte del Botànic» en la Ribera Baixa y crea una brecha aún si cabe más grande entre la izquierda de la comarca. Además, los dos votos en blanco se presume que proceden de alguna localidad donde gobierna el PSOE, lo que evidencia que la postura no era unánime.

Cuando la expresidenta de la Mancomunitat, Oro Azorín, tomó la palabra, los representantes del PSPV de la Ribera Baixa, a excepción de Fortaleny y Llaurí, abandonaron la sala. Las malas relaciones entre Compromís y el PSPV en Favara, donde los socialistas habían apoyado inicialmente la designación de un representante del PP en el ente comarcal, han impedido un candidato de consenso entre las tres fuerzas de izquierdas.

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