La guerra de la izquierda sigue abierta en la Ribera Baixa. Tras la impugnación presentada por el Ayuntamiento de Sollana, a través de su alcalde, Vicent Codoñer, a la sesión plenaria en la que se designó a Arturo Escrig como presidente de la Mancomunitat, ahora es el PSPV el que ataca con dureza a Compromís, su aliado en muchos ayuntamientos y en la Generalitat, y a Esquerra Unida. El alcalde de Almussafes, Toni González, reconoció ayer que se ausentó del pleno de esta semana ya que el ente no está constituido, por lo que reclamó «respeto por la ley».
Concretamente, González pidió a Compromís y Esquerra Unida «que actúen con seriedad y respeto a la legalidad en su gestión de la Mancomunitat de la Ribera Baixa». Según señala González, el propio secretario de la Mancomunitat ha reconocido que no está constituida legalmente y, por lo tanto, los acuerdos tomados hasta la fecha serían nulos de pleno derecho. «Desde un primer momento somos conscientes de esa situación y, precisamente por ello, no acudimos al último pleno. Compromís y Esquerra Unida deben entender que la Mancomunitat no es un grupo de amigos que quedan por WhatsApp. Hay que respetar los cauces y requisitos legales. Este es un tema serio y así hay que considerarlo», aseguró, para añadir a continuación: «Nosotros no vamos a permitir que la Mancomunitat continúe funcionando de esta manera, ya que aportamos 60.000 euros al año que podríamos destinar, por ejemplo, a incrementar los recursos municipales destinados a la creación de planes de empleo en nuestro municipio».
Prisa por aprobar sueldos
Para los socialistas de Almussafes, algo no funciona bien dentro de la mancomunidad. «Pese al conocimiento de la irregularidad, en la convocatoria del pleno de la Mancomunitat, la alcaldesa de Favara, Oro Azorín, se apresuró a aprobar los sueldos de los responsables políticos del ente. En concreto, Compromís y Esquerra Unida refrendaron 45.000 euros para tres dedicaciones parciales de ediles de su partido. Las prisas por asignarse tres sueldos de 15.000 euros cada uno llevaron a Oro Azorín a saltarse los procedimientos legalmente establecidos, como no han tenido más remedio que reconocer a instancias del alcalde de Sollana, Vicent Codoñer», afirmó González.
«Actualmente, Almussafes pertenece a la Mancomunitat por solidaridad con los municipios más pequeños de la comarca, ya que los 60.000 euros que aportamos cada año no redundan en la prestación de ningún servicio para nuestra localidad. Si a ello añadimos que Compromís y Esquerra Unida destinan a sueldos políticos unos recursos que podrían dedicar a luchar contra el paro, pensamos que es el momento de reflexionar seriamente sobre su nefasta gestión», concluyó.
