El Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna aprovechó la junta de ayer para abrir finalmente el informe del Instituto Geológico y Minero de España sobre la posible ubicación del vertedero -el presidente pospuso su apertura a las puertas de las elecciones generales del 10-N- y para regular las bonificaciones que se aplicarán en la tasa a los usuarios de los ecoparques. El ente estima que se podrán beneficiar de esta medida algo más de 25.000 unidades fiscales.
La propuesta parte de una parrilla en la que se asignan puntos a cada tipo de residuos que pueden depositarse en un ecoparque en función de su peligrosidad -las neveras y congeladores son los que mayor cantidad de puntos computan- de forma que, al final del año, se hace recuento. El consorcio plantea que los 5.000 usuarios que acumulan una mayor cantidad de puntos puedan beneficiarse de una bonificación de 12,66 euros, que corresponde al importe fijo de la tasa por la gestión de los ecoparques -hay una parte variable que depende de los residuos que genera cada municipio- y equivale al 20 % del importe medio de la tasa, estimado en 60 euros, mientras que los 15.000 usuarios siguientes se podrán beneficiar de una bonificación del 50 % ese importe, 6,33 euros.
El presupuesto del consorcio ya reservó una partida de 200.000 euros para aplicar en 2020 estas bonificaciones por primera vez, una vez este año se ha instalado el sistema que permita registrar de forma individualizada las entradas a los ecoparques y la idea es repartir el importe restante entre todas las personas que hayan utilizado este servocio de forma proporcional.
