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Cultura

El museo de ciencias dejará alguna colección en Alginet tras su traslado

El director del Museu Valencià d'Història Natural ofrecerá al consistorio mantener una parte del material para que quede expuesta al público - "Si quieren, se podría mantener una subsede", apunta Alberto Martínez-Ortí

El museo de ciencias dejará alguna colección en Alginet tras su traslado

El futuro del Museu Valencià d’Història Natural está lejos de Alginet, aunque todavía puede existir un vínculo que haga perdurar esta relación. El director del centro, Alberto Martínez-Ortí, confirmó a Levante-EMV su intención de proponer al ayuntamiento mantener una subsede y parte de su valiosa colección en el municipio ribereño.

Como ya adelantó este periódico, el museo hará nuevamente las maletas. En estos momentos hay dos municipios, uno en la provincia de Castelló y otro en la de València, que han expresado su interés en acoger el centro museístico. No obstante, la pandemia ha frenado cualquier movimiento. Las administraciones locales tienen otras prioridades que atender desde la llegada de la crisis sanitaria.

Con todo, Martínez-Ortí se guarda en la recámara una última oferta para Alginet, el pueblo que acogió el museo tras abandonar València. «Si ellos quisieran, se podría mantener aquí una subsede. A nosotros nos gustaría. Se quedaría una parte de la colección con la que se podría establecer una exposición. Hablamos de una parte importante del patrimonio valenciano por la que hemos luchado durante muchos años. Aunque la última palabra la tendrá el ayuntamiento, tampoco les vamos a pedir más», aseguró. En ese sentido, mantener únicamente una parte de la colección y unas instalaciones que ya son municipales implicaría un menor coste para las arcas del consistorio. Sin contar el ahorro del personal, que ha subsistido, también, gracias a las aportaciones de entidades colaboradoras.

Todo apunta, no obstante, a que el museo encarrila sus últimos meses en la localidad ribereña que le da cobijo. Aunque la relación entre la entidad y el ayuntamiento apuntaba a ser beneficiosa para las dos partes, lo cierto es que la realidad ha acabado demostrando que no es así. Un museo de tal envergadura no se sostiene en un municipio de unos 13.000 habitantes, cuyos recursos económicos no pueden mantener las necesidades que este requiere.

Poco apoyo a la investigación

«Soy consciente de las limitaciones del ayuntamiento y les estoy agradecido por la ayuda prestada en estos años. Un museo como este necesita más apoyo y es ahí donde deberían entrar las administraciones superiores. Pero eso no ha pasado hasta ahora. Ojalá la tendencia cambie en un futuro», comentaba al respecto el director del Museu Valencià d’Història Natural.

No se trata de un problema local, sino de ámbito nacional: «España no apuesta suficiente por la ciencia. Hacen falta muchos recursos. Para un investigador, estar aquí es casi tercermundista. Hay que ir a otros países europeos o a Estados Unidos para que se valore tu trabajo», lamentaba Martínez-Ortí. Pese a ello, el propio director del museo ha publicado una gran cantidad de trabajos en revistas especializadas, una parte de ellos dedicados a los moluscos. «Se trata de una categoría olvidada, en España ni siquiera existe un catálogo ni se lleva un control sobre estas especies», subrayó. Sus colaboradores en el museo también han realizado importantes aportes a la comunidad científica.

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