El Ayuntamiento de Alzira ofrecerá atención psicológica a los familiares de las 51 víctimas mortales que la pandemia del coronavirus se ha cobrado en la ciudad y a los profesionales de las dos residencias de personas mayores a través del convenio firmado ayer con la ONG Psicólogos Sin Fronteras que, según adelantó el alcalde, Diego Gómez, también contempla en una segunda fase trabajar con jóvenes y adolescentes. La concejal de Servicios Sociales, Marina Mir, destacó que los profesionales sanitarios han detectado numerosos casos de personas con problemas psicológicos derivados de la pandemia -secuelas por el confinamiento en unos, personas que han perdido a seres queridos de los que no han podido despedirse, en otros y, en el ámbito laboral, profesionales que están en primera línea de combate-, una situación que, advirtió, «hay que empezar a afrontar». La vicepresidenta de Psicólogos Sin Fronteras, Ofelia Almedia, no dudó en señalar que «la intervención psicológica salva vidas todos los días» y lamentó que muchas veces quede relegada a un segundo plano.

«Cuando nuestra salud y la de nuestros seres queridos está amenazada se ve afectado nuestro bienestar emocional», indicó el alcalde, mientras señalaba que además de la vacuna sanitaria «necesitamos la vacuna social», que pasa por actuaciones «como ayudar psicológicamente a las familias, a los jóvenes y a las personas de las residencias de mayores. No es preciso que se estrelle un avión para que los psicólogos actúen», comentó.

Gómez indicó que «los costes psicológicos de la pandemia están resultando elevadísimos» ya que, según expuso, «al trauma de una defunción en una situación de excepcionalidad y aislamiento social, se añade el impacto emocional de afrontarlo en soledad». En esta línea, apuntó que ya no se trata de un problema individual «sino de un fenómeno que hay que atender de forma colectiva» y desde esta óptica se ha llegado al acuerdo con esta ONG para para atender a las personas más afectadas, en colaboración con el departamento municipal Servicios Sociales. Marina Mir indicó que, además de las familias, se empezará a trabajar con los directores de las residencias para realizar un diagnóstico ya que el estrés de los últimos meses puede dificultar la gestión de las emociones en el ámbito laboral.

El Ayuntamiento de Alzira, que ya incluyó en el segundo plan de emergencias la voluntad de trabajar para garantizar la estabilidad emocional de las personas más golpeadas por la pandemia, se convierte en el primero que ofrece este servicio a través de la ONG Psicólogos Sin Fronteras. El convenio tiene inicialmente una vigencia de seis meses y el consistorio aporta 8.000 euros.

«Hay mucho dolor, mucho estrés y mucho desgaste emocional»

La coordinadora del proyecto, Débora Daniela Procassi, señaló que uno de los mayores impactos de la pandemia son sus consecuencias sobre la salud mental y advirtió de que los esfuerzos realizados «no han sido suficientes para acompañar a la población». Procassi comentó que la ONG plantea una primera fase de toma de contacto con las familias «con muchísimo cuidado y desde un punto que no genere resistencias porque hay mucho dolor, mucho estrés y mucho desgaste emocional» y una segunda de diagnóstico para conocer las necesidades y diseñar estrategias desde un enfoque comunitario. Indicó que la ONG aplicará en Alzira tanto la atención de emergencia como el espacio de reparación y calma con diferentes técnicas relajación.