El Ayuntamiento de Alzira entregó ayer sus insignias de oro en un acto que se llevó a cabo casi siete meses después debido a la situación sanitaria. El consistorio distinguió al área de Salud Pública, a Pirotecnia Crespo, al Ilustre Colegio de Abogados de Alzira y a María Dolores Tomás Calatayud.

La primera de ellas, en la modalidad de Humanismo, recayó sobre el área de Salud Pública, cuya labor ha sido fundamental tras la irrupción de la pandemia ya que una de sus funciones es, precisamente, la vigilancia y prevención de enfermedades.

El ayuntamiento también reconoció la trayectoria de Pirotecnia Crespo en la modalidad de Actividades Empresariales. La mercantil cumplió el año pasado un siglo de existencia. Sus disparos pirotécnicos se han repetido de forma ininterrumpida en las Fallas de València desde 1989 y suma diversos premios en concursos de «mascletaes».

El Colegio de Abogados de Alzira recibió la insignia en la modalidad de Actividades Diversas también con un aniversario reciente: 175 años, nada menos. Durante su larga trayectoria, ha prestado un servicio esencial al garantizar el derecho a la defensa judicial de miles de personas. Además, ha respaldado muchas de las reivindicaciones de la ciudad y la comarca.

Por último, se concedió el reconocimiento municipal a María Dolores Tomás Calatayud en la modalidad de Cultura. Tomás fue la primera mujer de España en obtener la cátedra de viento-flauta y es directora del Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo. Dado su amplio expediente, son muchos los flautistas que presumirán de haberse formado gracias a sus enseñanzas musicales.

Por último, el consistorio hizo entrega de la insignia a la igualdad de este año a las trabajadoras de las escuelas municipales por haber diseñado e implementado un proyecto educativo basado en el principio de integración.

Durante su discurso, el alcalde de Alzira, Diego Gómez, ensalzó la trayectoria de los premiados: «El área de Salud Pública ha desarrollado una actividad incansable durante los últimos meses para protegernos y prevenirnos de la enfermedad. Las carcasas de Crespo nos acompañan desde 1920 llenando nuestras calles y plazas de olor a vida y a pueblo alegre. La defensa de los derechos y los valores de la legalidad es la ‘senyera’ de una de las asociaciones profesionales con más historia de la ciudad, nuestro querido colegio de abogados. María Dolores Tomás representa la valentía de nuestras mujeres, su trayectoria profesional nos llena de orgullo».