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La crisis interna desmantela la banda sinfónica de la Societat Musical d’Alzira

El grupo disidente alerta de que la entidad está en peligro «si se hunde el buque insignia»

Concierto de San Bernat el 9 de julio por la Banda Sinfónica | LEVANTE-EMV

La crisis interna de la Sociedad Musical de Alzira (SMA) ha provocado grandes tensiones y desacuerdos que han forzado un éxodo de músicos en la banda sinfónica que, según diversas fuentes, compromete seriamente su estabilidad. Al concierto celebrado el pasado 9 de julio solo asistieron una veintena de los 140 integrantes que ha llegado a tener el grupo. El diálogo entre la directiva y el sector crítico es ahora nulo ante la negativa de la junta a convocar una asamblea general y a precipitar nuevas elecciones, como exigen más de dos centenares de socios.

El último acercamiento entre ambos bandos acabó hace una semana en una «batalla campal» llena de ataques personales y severas descalificaciones. La directiva, grupo reducido drásticamente a consecuencia de las deserciones, pone en duda la autenticidad de algunas de las firmas del manifiesto, suscrito por 240 personas para exigir la asamblea, y tampoco considera lícita la creación de una gestora provisional.

El grupo opositor interpreta que la directiva utiliza la estrategia de «diversificar el problema» para diseminar las responsabilidades, pero ellos prefieren poner el foco en los problemas que arrastra la banda sinfónica. Los músicos llevan pidiendo una reunión para abordar el problema y proponer soluciones desde que, a finales de marzo, se iniciaran los ensayos para el concierto de San Bernat . Y alertan de que si la banda no recupera su estabilidad, cuando llegue septiembre, no podrá asumir sus compromisos.

El presidente, en cambio, responsabiliza a los disidentes: «Vamos a perder las subvenciones y la culpa será vuestra», sentenció en la última reunión. El grupo de músicos y profesores admite que tras esta declaración del presidente «se perdieron las formas». «Nos sabe mal porque nos consideramos una familia», alegan. Pero deploran la negativa de la directiva a facilitar un mínimo acuerdo.

El grupo crítico atribuye la problemática a una fallo de comunicación. «La directiva empezó a manifestarse a través de comunicados. Y nosotros creemos que no somos una empresa, somos una familia», relata uno de ellos. De la falta de diálogo también se quejan los jóvenes. En una de las reuniones exigieron que se les escuchara, pero el presidente les respondió que si querían hablar deberían acudir a una de sus juntas a puerta cerrada.

Los profesores insisten en la relevancia de este sector para la sociedad. «Los jóvenes son una parte imprescindible, llevarán la banda en un futuro». Sin embargo, lamenta que ya no acudan a las actividades, «los pocos que quedamos somos veteranos, menos un par de jóvenes».

Los críticos también destacan que, como todas las directivas, «se han hecho cosas bien y cosas mal. Pero como todo en esta vida, tiene un ciclo». También declaran que «no querían llegar hasta aquí, ni ser responsables de la expulsión de nadie, solo necesitan ser escuchados y convocar la asamblea». Su intención, precisan, es abrir la vía democrática. Garantizan que hay un proyecto de nueva directiva serio: «Se ha trabajado en una alternativa de gobierno que cuenta con un apoyo suficientemente sólido y válido. Y reiteran que sin la banda, la SMA «se hunde con nosotros dentro», ya que es el buque insignia de la sociedad musical.

La carta que colmó el vaso por falta de comunicación

Hace unas semanas, se difundieron unos «supuestos rumores» en contra de la directiva y la junta empleó su poder para defenderse. Decidió enviar por correo a una parte de los socios, entre los que destacaban los padres de los alumnos de la escuela, una carta defendiéndose de las críticas». Al final del manifiesto, se alegó que no se inmiscuirían en el trabajo educativo. Sin embargo, esto afectó a la escuela porque los progenitores de los alumnos acudieron a pedir explicaciones de la carta que se les envió a las direcciones electrónicas corporativas de determinados socios. En la carta se aludía a peticiones de mayores sueldos para los profesores.

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