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Cirilo Arnandis | Presidente de la DO «Kaki Ribera del Xúquer».

«El caqui ha tocado techo en volumen, pero no en mercados ni en consumo»

«Con una merma de más del 30 % no hemos podido ir a países a los que íbamos otros años»

Arnandis, en el almacén de la cooperativa de l’Alcúdia. | PERALES IBORRA

La campaña más difícil en muchos años para el caqui por las plagas y las inclemencias meteorológicas llega a su ecuador. ¿Hay fruta suficiente para atender la demanda?

Estamos en una campaña supercomplicada y, del mismo modo que pasa con las personas, cuando aparece una enfermedad lo desconcierta todo. El problema más grave en una familia no es tener una propiedad más o menos, sino una enfermedad. En cítricos, caqui o en cualquier producción, el problema del precio es siempre importante, pero cuando se trata de un problema de salud, en este caso la salud de las plantas debido al ataque del «cotonet» y la negrilla en el caqui, es difícil de solucionar. El precio es el mercado y es el día a día, pero tenemos un problema de una plaga para la que aún no tenemos la solución total, el agricultor está desincentivado, una merma de producción en unos casos y, en otros, incluso una recolección cero.... En conjunto tendremos alrededor de un 30 % de merma y hemos tenido «suerte», entre comillas, porque este año la plaga hace aproximadamente un mes que no ha evolucionado a más. Así como el año pasado hubo una evolución casi hasta el final de la recolección, las temperaturas altas de octubre la han parado según nos dicen los técnicos y, dentro del mal, bienvenido sea. Esa merma del 30 % está ahí, pero no es uniforme, la realidad es que hay campos que no recogerán nada y los agricultores no tendrán ingresos porque la plaga no se ha podido controlar. El suelo de los campos cuando se acaba de coger la fruta es una alfombra de caqui porque se hace una selección importante para evitar que entre en el almacén algo que se tiene que tirar, lo que generaría más gastos.

La campaña será por tanto mucho más corta que otros años…

Con esa merma del 30 % calculo que habrá producto en el mercado hasta la primera semana de enero. Además de que hay menos presión de la oferta en el día a día, se está tratando de mantener la producción para dar servicio e intentar cubrir hasta la primera semana de enero y, a partir de ahí, posiblemente sea ya muy residual lo que salga al mercado.

¿La falta de fruta ha obligado a descartar nuevos mercados?

El trabajo que hacíamos de promoción para intentar hacer nuevos consumidores para el año siguiente que absorbieran el crecimiento que hasta ahora teníamos, no podrá ser, no hemos podido ir a países a los que hemos ido a otros años. De alguna manera, hemos ido a mercados establecidos ya, pero fuera de Europa, se ha limitado más, y este año no se ha ido a la búsqueda de nuevos mercados porque queríamos cumplir con los mercados tradicionales de Europa que tienen un consumo y era importante mantener ese hábito de consumo y que no se pierda. Posiblemente no falte fruta, con menos cantidad que otros años, pero habrá una fruta regular en el mercado, y ese consumo establecido se va a poder atender.

Las cifras sobre la posible merma de cosecha varían y algunas organizaciones agrarias han llegado a hablar de hasta el 40 %.

Yo hablaba del «cotonet» pero, además, hemos tenido varios episodios de piedra en zonas muy productoras, lo que deja una merma importante de producto para el mercado. La piedra ha hecho mucho daño y, posiblemente, entre unas cosas y otras, creo que al 40 % no llegará, pero a un 35 %, seguro.

La propagación del «cotonet» ha resultado este año especialmente preocupante en algunos municipios y diferentes técnicos han llegado a alertar de que representa una verdadera amenaza para la supervivencia del caqui. ¿Está en peligro el futuro del caqui si no se encuentra una solución de forma rápida?

Es como todo, si no se encontrara una solución, está en peligro, pero pienso que como ha pasado en las plagas que conocemos, siempre hemos encontrado una solución. Tanto en cítricos como en caqui, se está trabajando mucho en este tema y yo tengo la esperanza de que vamos a tener una solución, como la tuvimos en su momento para el tema de la mancha negra del caqui, en la que tuvimos dos o tres años en los que veíamos que la producción desaparecía, pero al final encontramos la solución a una plaga que hoy, más o menos, mantenemos a raya. Sabemos cómo tratarla y es el proceso que necesitamos para el «cotonet». Una plaga no se acaba, pero se trata de controlarla y poder convivir con ella sin que perjudique a la producción. Espero que deje de ser una amenaza.

A cuenta del hongo y de las resistencias detectadas, el presidente de AVA repitió esa idea de que estaba peligro la supervivencia del caqui.

El hongo tiene resistencias que ya están controladas. Tenemos a lo mejor que hay en Europa entre los técnicos que realizan el seguimiento y haciendo las aplicaciones que corresponde con los productos adecuados, considero que es una plaga que está controlada.

La cooperativa de Nuestra Señora del Oreto de l’Alcúdia cuenta con un insectario para la producción de depredadores contra el «cotonet». ¿Es la lucha biológica la solución?

Yo pienso que es parte de la solución. El «cotonet» que nos está atacando, el «Longispinus», que representa el 80 % de los que están atacando al caqui, históricamente ha estado siempre aquí, no es que haya aparecido ahora, lo que pasa es que tenía los depredadores que lo mantenían a raya, pero con toda la evolución de los tratamientos ha habido un desequilibrio de la fauna útil que ha beneficado a la fauna que nos ataca, y hay que intentar recuperar esa fauna útil, que son los depredadores, para mantener a raya al «cotonet». Esto es una parte, pero necesitamos también insecticidas adecuados para reducir esa población y facilitarle la vida al depredador para mantener ese equilibrio. Igual que en cualquier enfermedad, una persona tiene defensas, pero hay momentos en que necesita antibióticos. Es lo mismo, necesitamos mantener un equilibrio, pero si se produce un desequilibrio hay que hacer el tratamiento adecuado. Los productos que hay ahora no llegan a ser lo eficientes que deberían, porque todos se quedan en un 60 o 70 % de efectividad, y estamos también en la lucha biológica mediante la confusión sexual, que en su momento fue la salvación para la «Ceratitis capitata»…. todas estas cosas es en lo que estamos trabajando en compañía de los técnicos de cooperativas, de las ATRIAS, del IVIA de la conselleria y de la universidad.

La lucha contra el «cotonet» de los cítricos parece haber centrado todos los esfuerzos para frenar la plaga. ¿Es el caqui en este caso el gran olvidado?

No es el mismo «cotonet», pero digamos que en la masa productiva de la Comunitat Valenciana, históricamente el líder es el cítrico y lo sigue siendo. El caqui es un complemento en la producción agraria. El cítrico ha tenido un ataque importante y, en la Ribera, tenemos caqui y tenemos cítricos. Se está trabajando con los cítricos, tampoco tienen aún la solución definitiva, se ha realizado una suelta masiva desde la conselleria. Estamos trabajando y tenemos el compromiso de que también se van a facilitar depredadores para propiciar la recuperación del territorio en cuanto a fauna útil. Siendo un problema, y sin restar gravedad porque el daño es daño siempre, es si cabe más problemático el «cotonet» del caqui porque en el caso de los cítricos hace el daño en la floración, deteriora y deforma la fruta en floración, mientras que en el caso del caqui el «cotonet» actúa durante todo el proceso hasta la recolección, va generando daños, genera «cotonet», genera negrilla y continúa haciendo daño, y el sector está trabajando con la conselleria para insistir ante el ministerio que es al final el que concede las autorizaciones. La conselleria nos ha acompañado en todo este proceso de cara al ministerio intentando eso, productos, autorizaciones excepcionales cuando hagan falta y la lucha biológica con depredadores, tenemos que jugar con todas las armas.

La falta de rentabilidad ante la necesidad de realizar sucesivos tratamientos ha provocado que algunos agricultores opten por arrancar plantaciones de caqui. En base a los datos que manera el consejo regulador de la DO, esa tendencia ya se percibe.

Lo sabremos cuando se acabe este año la campaña, el año pasado se produjeron algunos casos, pero no fue algo que se tradujera en un descenso de hanegadas importante dentro de la DO, la merma más importante ha sido debido al «cotonet». De cara al final de campaña seguramente se arrancarán campos porque dos años seguidos sin ningún tipo de ingreso..., al final, el agricultor tiene que vivir porque la producción es su medio de vida. Estamos trabajando con la conselleria y tenemos el compromiso de que se concedan ayudas, de hecho, en los presupuestos de este año hay una partida de ayudas para paliar todos estos daños por culpa del «cotonet». Falta ver cómo será.

¿Se detectan aún nuevas plantaciones o el caqui ha tocado techo?

Nuevas plantaciones hace varios años que no se plantan. Nosotros, en la cooperativa de l’Alcúdia, hace cinco años que nos prohibimos nuevas altas de caqui, previniendo una superproducción que pudiera limitarnos la comercialización. El Grupo Persimon tomó la misma determinación hace dos años, por eso las plantaciones que entran en nueva producción son pocas y si encima de eso se arrancan campos, lo normal es que haya una merma de producción en los próximos años.

¿Se puede considerar que el caqui ha tocado techo?

En cuanto a volumen sí, en cuanto a mercado y consumo, no. De hecho, en la DO la promoción ha sido potente y hemos estado en los programas de televisión de más audiencia, promocionando el caqui porque seguimos creyendo en el caqui como un producto de calidad que se merece tener su sitio en el mercado.

¿La merma de fruta repercutirá este año en una mayor rentabilidad para el agricultor?

Estamos luchando por eso, el precio es este año unos céntimos mejor que el anterior, pero también hay que decir que los costes de producción se han disparado. Estaba viendo facturas de luz de la cooperativa de este año y el coste es cuatro veces superior. Todo eso el mercado no te lo paga.

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