Semana de la Economía de Alzira: «Trabajar cuatro días a la semana es la solución»

El secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, enumera las ventajas de la reducción de la jornada laboral; defiende que mejora el rendimiento de las empresas y la salud del trabajador

La periodista Violeta Tena, el político Enric Nomdedéu y la empresaria María Álvarez.

La periodista Violeta Tena, el político Enric Nomdedéu y la empresaria María Álvarez. / Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Para el secretario autonómico de Empleo del Consell, Enric Nomdedéu, la propuesta de reducción de la jornada laboral es el camino a seguir. En su participación en la Semana de la Economía de Alzira ha defendido que, desde el consenso entre la patronal y los sindicatos y con una pequeña ayuda inicial de la administración pública, se puede alcanzar una optimización en las empresas y una mejora de las condiciones de vida de los trabajadores.

Nomdedéu ya teorizaba sobre esta cuestión hace cuatro años, con el mismo mar de fondo. Ya ahora se reafirma. «Por aquel entonces, se reclamaba una reforma laboral, que se incrementase el salario mínimo. Ha sucedido y no ha sido ninguna catástrofe, ahora toca abordar este debate, bien con jornadas de cuatro días o bien con una reducción a 32 horas semanales, según convenga a las empresas», manifestó durante su intervención.

El secretario autonómico defendió que han pasado más de cien años desde que se implantó la jornada de 40 horas y a pesar de los avances tecnológicos no se han abordado mejoras al respecto. Reforzó su tesis a través de numerosos ejemplos que ya han funcionado: «En Francia se ha creado empleo desde que la reducción horaria estableció jornadas semanales de 35 horas. En Alemania, el sector metalúrgico va más allá y trabaja 28 horas a la semana. La empresa Kellog’s ya en 1930 estableció turnos de seis horas al días. En Bélgica, se pasó a cuatro jornadas de nueve horas y se ha dado marcha atrás porque eso no funciona». De igual modo, subrayó que allá donde se ha probado «se observa un aumento de productividad de las empresas, una mejora de la salud de los trabajadores y una reducción de los accidentes laborales, que suelen concentrarse en las primeras y últimas horas del día por el cansancio que se acumula».

Brechas entre hombres y mujeres

Asimismo, aseguró que un estudio de la Universidad Complutense revela que si se hubiese instaurado la jornada reducida en España en 2017, habría revertido en un crecimiento del PIB y del empleo. «Además de que contar con unas mejores condiciones atrae talento, también ayuda a reducir la brecha entre hombres y mujeres ya que está demostrado que la mayoría de reducciones laborales que hoy en día se practican las solicitan las madres y no los padres», apuntó Nomdedéu, que animó a las empresas a interesarse por el modelo y por las líneas de ayudas que el gobierno autonómico ha creado para facilitar su implantación.

Un bar de Madrid cocina la receta del éxito de la conciliación familiar

María Álvarez y su socia Elena García-Arévalo son el ejemplo de que si se quiere, se puede. Su restaurante La Francachela, en Madrid, ha demostrado durante los últimos tres años que la reducción de la jornada laboral, sin menoscabar los salarios de los trabajadores, y ser rentables es posible. Incluso en un sector tan exigente como la hostelería.

Álvarez, que también es responsable de la plataforma «4 Day Week Spain», expuso durante su visita a la Semana de la Economía de Alzira que con la correcta introducción de nuevas herramientas ha optimizado su negocio: «Se trata de contar con tecnología que ayuda a las personas, no que las sustituya. Cogimos un negocio que funcionaba con una semana de seis días y lo transformamos para ofrecer una mayor conciliación familiar».

Al hilo de esto, Álvarez hizo hincapié en que, como madre y empresaria, el confinamiento le hizo ver que necesitaba más tiempo para cuidar de sus hijos. Una necesidad compartida por cualquier padre o madre que destine más horas a su trabajo que a su descendencia. «Es normal que genere miedos y recelos, pero nuestros trabajadores cotizan las mismas horas que antes y ahora nadie lo cambiaría. Y, además, pese a la pandemia y hablar del sector hostelero, llevamos tres años con beneficios», esgrimió. Al respecto, destacó que es, precisamente, uno de los que más provecho puede sacar, ya que depende, en gran parte, del tiempo libre de las personas.

A su vez, realizó un llamamiento a los empresarios «para que den un paso al frente y abanderen la transformación» necesaria para cambiar el modelo laboral. «Este debe ser el año del debate. Es una gran idea que nos une a todos, solo nos falta creer que es posible y materializarlo», zanjó Álvarez.