El mercado de trabajo gana estabilidad en la Ribera con la reforma laboral

La reforma laboral todavía da sus frutos en la Ribera más de un año de su implantación. El trabajo gana en estabilidad y calidad a pesar de la difícil coyuntura económica. Los datos así lo reflejan: los contratos temporales van camino de su cifra más baja mientras el número de parados es ahora menor que hace doce meses.

Según los datos publicados por el servicio valenciano de empleo, Labora, al cierre de febrero figuraban 17.821 personas inscritas como demandantes de empleo. Un valor casi idéntico al de enero (17.822). Sin embargo, este supone un claro descenso con respecto al mismo periodo del año anterior, ya que en febrero de 2022 la comarca contaba con 1.142 parados más. En un año, el desempleo ha descendido un 6 %.

También ha disminuido el número de contratos realizados, una circunstancia que, lejos de generar preocupación, agrada a los sindicatos. «Estos datos reflejan la estabilidad del mercado laboral tras más de un año de implantación de la reforma laboral, cuyo dinamismo se mantiene a la par que lo hace la calidad del empleo creado, en tanto que el contrato indefinido sigue aumentando su peso mes tras mes», comentaba al respecto el secretario general de UGT en la Ribera, Raül Roselló, que añadía a continuación: «En conjunto, se han registrado 5.715 contratos menos que el mismo mes del año pasado, un dato coherente con el menor uso de contratos temporales de muy corta duración y la consecuente estabilización que entraña la contratación indefinida. De hecho, la temporalidad entre las personas afiliadas continúa cayendo, registrando en la comarca el mínimo histórico del 10 %».

Desempleo de larga duración

Con todo, hay un aspecto que todavía enciende las alarmas entre los representantes de los trabajadores. «Esta positiva dinámica de contratación y empleo no puede ocultar aspectos del mercado laboral que siguen mostrando un comportamiento muy preocupante. Por ejemplo, los parados de larga duración, que ponen en evidencia la ineficacia de las políticas activas de empleo existentes en España, algo que la nueva Ley de Empleo aprobada recientemente no va a solucionar», lamentaba Roselló, que a su vez reclamaba una mejora en la orientación profesional para «proveer a las personas desempleadas de un itinerario personalizado de inserción en el empleo acorde a sus necesidades».