Suspenden otra vez el juicio contra al presunto abusador de una menor que fue detenido en Alzira

Los hechos tuvieron lugar durante una peregrinación religiosa

Agentes de la Policía Nacional.

Agentes de la Policía Nacional. / Levante-EMV

La Audiencia Nacional ha suspendido por segunda vez el juicio a un hombre por abusar de una menor de 16 años en un viaje de peregrinación religiosa a Medjugorje (Bosnia-Herzegovina), organizado por una parroquia valenciana, tras entablar relación con ella con la excusa de salir a fumar, hábito que la chica quería ocultar a sus padres. La Fiscalía pide para él dos años y 9 meses de cárcel por un delito de abuso sexual y el mismo tiempo en libertad vigilada, así como que indemnice con 30.000 euros a la víctima "por los daños morales y las secuelas derivadas de los hechos". El acusado fue detenido por agentes de la Comisaría de Alzira el 7 de septiembre de 2021, y posteriormente puesto en libertad.

La vista que fue señalada por primera vez para el pasado febrero, ha tenido que ser de nuevo aplazada por enfermedad del abogado de la defensa. Estos hechos se juzgan en la Audiencia Nacional por tratarse de un delito cometido en el extranjero. Según relata el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, el acusado, J.C.F., se encontraba en la medianoche del 31 de julio de 2021 en la terraza del Hotel Magnificat de Medjugorje, adonde había acudido en viaje de peregrinación religiosa organizado por la Parroquia de Montserrat de Valencia.

Le acompañaba la menor, nacida en 2005, que formaba parte del grupo de peregrinación junto a sus padres y a su hermano, y "con la que había establecido una relación de creciente confianza a lo largo del día en el marco del viaje". El acusado la había invitado a salir al exterior con la excusa de fumar, hábito que la menor quería ocultar a sus padres, pero, en un momento dado, "la llevó del brazo junto a un muro de la parte posterior del edificio, y , con ánimo libidinoso y sin consentimiento de la menor, aprovechando su vulnerabilidad y prevaliéndose de su superioridad, comenzó a manosearla por todo el cuerpo, llegando a introducirle su lengua en una ocasión en la boca".

La menor le pidió que la dejase en paz, y trató de alejarse del acusado, hasta que volvieron ambos al hotel, en cuya cocina la chica buscó una pieza de fruta, permaneciendo allí unos instantes. A continuación, volvieron a salir, "produciéndose nuevos tocamientos y besos, con el mismo ánimo libidinoso", momento en que la adolescente logró grabar un audio de 15 segundos con su móvil y consiguió zafarse del acusado.

La Fiscalía señala que no consta que el acusado empleara fuerza o violencia intimidatoria de relevancia, "debiéndose explicar cuanto ocurrió en el contexto de la superioridad y el desfase de edad entre el acusado y la adolescente y el desconcierto emocional experimentado por ella", que, como consecuencia de estos hechos, ha desarrollado un trastorno de ansiedad con somatizaciones que requieren tratamiento.