La baja natalidad atenaza a la Ribera

Una ecografía a una embarazada en una imagen de archivo.

Una ecografía a una embarazada en una imagen de archivo. / J.HERNÁNDEZ

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

La tasa de natalidad ha caído en la Ribera un 3 ‰ en diez años. La tendencia a la baja no se frena y son varios los estudios, nacionales e internacionales, que apuntan a un descenso progresivo durante los próximos años. 

Los datos que recoge el Institut Valencià d’Estadística no pueden ser más claros. La tasa bruta de natalidad en la Ribera Alta rozaba el 11 ‰ en el año 2010 (10,95, en concreto). Esto quiere decir que por cada mil habitantes se produjeron once nacimientos. Ya en el año 2013, el valor había caído hasta los 9,36 ‰. En el 2017 se situaba ya en un 8,57. El último dato conocido, referente al ejercicio 2021, reflejaba un nuevo descenso: 7,56. En una década, el índice se ha reducido en tres puntos.

El estudio muestra un escenario similar en la Ribera Baixa. En su caso, partía en 2010 desde un punto más bajo, ya que en aquel momento la tasa de natalidad era de 9,73 ‰. Dos años más tarde ya había bajado de nueve nacimientos por cada mil habitantes mientras que en 2016 el índice se situaba por debajo del 8 ‰ y en 2019, del 7 ‰. La tendencia a la baja continuó los dos años siguientes hasta que el último valor conocido, el de 2021, alcanzó su punto más bajo en, al menos, una década: 6,45 ‰.

A pesar de ello, la Ribera Alta es la segunda comarca con una tasa de natalidad más elevada en el conjunto de la Comunitat. Tan solo presenta un mejor registro la Vega Baja (7,69 ‰).

Paralelamente, también ha descendido el indicador sintético de fecundidad, que mide el número de hijos a los que da a luz una mujer. En el año 2010, eran 1,5 en la Ribera Alta y 1,33 en la Ribera Baixa. En 2021, eran, respectivamente, 1,32 y 1,16. Valores cada vez más alejados del índice que los expertos en demografía consideran que garantiza el reemplazo generacional (2,1). En el caso de la Ribera Alta, la tasa se acerca al máximo registrado en la Comunitat (1,4 en la Vega Baja), mientras que la Ribera Baixa, por su parte, se aproxima a la menor de las estadísticas valencianas, los 1,1 hijos por mujer de l’Horta Nord.

De igual modo, el informe que analiza los principales indicadores demográficos valencianos detecta que la edad media a la que una mujer tiene su primer hijo ha avanzado progresivamente. En la Ribera Alta, eran 29,21 años en 2010; mientras que en la Baixa, 29,63. En 2021, ya eran 30,97 y 31,43, respectivamente.

Proyecciones de envejecimiento

En abril, la secretaria de Estado de Cooperación, Pilar Cancela, enfatizaba en la necesidad de implementar políticas públicas que permitan «desarrollar la vida con plenitud» ya que las condiciones sociales, económicas y laborales actuales dificultan la conciliación de las familias en igualdad de condiciones para hombres y mujeres.

Unas circunstancias que, de la mano del crecimiento de la esperanza de vida, llevarán España a ser uno de los países más envejecidos del mundo. Al respecto, el Centro Internacional sobre el Envejecimiento fijaba en 2033 el año en el que el país tendrá ya una cuarta parte de su población por encima de los 65 años. Umbral que ya han superado diversas localidades de la Ribera, tal y como ya ha informado en diversas ocasiones Levante-EMV. 

Son unas estadísticas y unas predicciones que generan diversidad de opiniones. Algunas voces proclaman su preocupación, ya que el descenso de la natalidad y una población más envejecida suponen un reto social para el que cualquier estado debe prepararse concienzudamente al tener que incrementar los esfuerzos públicos en atención a las personas dependientes. Sin embargo, también hay expertos que señalan que un menor volumen de nacimientos no implica, necesariamente, un problema, ya que suele compensarse con los movimientos migratorios. Es una circunstancia que ocurre en la Ribera. El censo de la comarca ha crecido en los últimos años a pesar de que la natalidad se haya situado, de forma sistemática, por debajo de la mortalidad. 

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