Cullera prohíbe un año más las hogueras de la Nit de Sant Joan

Cullera se prepara para vivir una atípica noche de San Juan. Por segundo año consecutivo, la Demarcación de Costas y la entrada en vigor del Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (PATIVEL) imponen la prohibición de la quemas y la realización de hogueras en la tradicional noche más corta del año. Esta prohibición llega por la catalogación otorgada a las playas de Cullera así como por la proximidad de las mismas a terrenos forestales.

En estas circunstancias, el Ayuntamiento de Cullera ha publicado un edicto mediante el que desautoriza totalmente las hogueras en las playas durante la noche del 23 de junio con motivo de la tradicional festividad de San Juan, que se celebra el sábado. Hasta ahora era costumbre que los ciudadanos se reunieran en los arenales al calor de las hogueras para realizar el ritual del cambio de solsticio de primavera a verano y disfrutar del primer baño en el mar cumpliendo la tradición de saltar las olas.

De forma paralela a la prohibición realizada por parte de la Demarcación de Costas, el Ayuntamiento de Cullera insiste en la prohibición de entrar con envases de vidrio en la playa. El consistorio cullerense se ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que todos aquellos residuos sólidos que lleven a la arena para realizar la celebración de la noche de San Juan sean depositados en los contenedores situados a tal efecto en los accesos a la playa.

Vigilancia especial

El ayuntamiento está trabajando para poder garantizar al máximo la seguridad de aquellos que escojan la playa de Cullera como lugar de destino en esta noche mágica. La Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil desplegarán efectivos por todo el término municipal a fin de garantizar el normal transcurso de una jornada festiva. 

Cullera ha sido desde siempre un punto de encuentro de vecinos y visitantes, llegados desde numerosas poblaciones de la comarca de la Ribera que escogen el atractivo de la bahía cullerense y la belleza de las playas situadas a ambos lados de la desembocadura del Xúquer para realizar el ritual del baño de los pies en la noche mágica del cambio de solsticio.