Un herbicida prohibido contamina el agua que beben 700 chalés en Alberic

Por segunda vez en cuestión de pocas semanas la dirección general de Salud Pública ha vuelto a poner el foco en los pozos de la Ribera. Primero fue en la localidad de Manuel y ahora en la urbanización de San Cristóbal de Alberic, cuyos usuarios no podrán consumir agua del grifo al detectarse restos de terbumeton, un herbicida no permitido para el uso agrícola desde el año 2003 por su alto grado contaminante. 

La comunidad de usuarios del pozo de San Cristóbal informó el jueves a los vecinos de la urbanización, compuesta por alrededor de 700 chalés, que se prohibía el consumo humano de agua de la red «de forma provisional y a expensas de aplicar las medidas correctoras que se pondrán en marcha». El resto de usos domésticos está exento de riesgo.

Según explicó la propia comunidad, el motivo por el que se ha prohibido el consumo de agua del pozo es que se ha detectado terbumeton, un herbicida «no permitido en uso agrícola desde hace más de veinte años», especificaban. 

Dificultad para hallar el origen

La presencia de este producto en el agua tiene un límite máximo fijado por la Organización Mundial de la Salud: 0,03 microgramos por litro. La analítica realizada en el pozo de la urbanización de Alberic ha detectado 0,036. «Por lo que Sanidad nos indica la no utilización para consumo humano del agua», añadía el comunicado repartido por San Cristóbal.

Por su parte, el ayuntamiento trabaja junto a la comunidad de usuarios para restablecer cuanto antes el servicio. Sobre la presencia de terbumeton en el agua, el alcalde de la localidad, Toño Carratalá, reconocía a Levante-EMV que resultaría «muy difícil» averiguar su origen. Con todo, insistía en reclamar a los vecinos, que cada vez son más en la urbanización ante el comienzo de la estación estival, un ejercicio de responsabilidad: «Debemos ser conscientes de que nuestros actos tienen consecuencias. Si un producto está prohibido, no debe utilizarse porque puede generar problemas importantes».

A pesar de ello, solo hay dos opciones que expliquen su presencia en aguas subterráneas. Una es que, pese a las prohibiciones, todavía existan comercios y usuarios que hacen caso omiso a las leyes. La segunda es que provenga de los excesos del pasado. De sobra es sabido que al abuso de ciertos productos agrícolas generó graves problemas de contaminación en los acuíferos de la Ribera. Tanto el mencionado terbumeton como otros productos fitosanitarios pueden permanecer en el subsuelo durante años por su alta estabilidad, lo que provoca una lenta transferencia hacia las masas hídricas subterráneas. Esta circunstancia podría explicar que todavía se produzcan picos en las analíticas.

Un viejo conocido en la comarca

Por ello, la Unión Europea prohibió su uso y comercialización hace dos décadas. Sin embargo, de forma repetida ha hecho acto de presencia en las redes de aguas potables de la comarca. Hace diez años, Alzira se enfrentó a dicho problema, que también le obligó a prohibir el consumo de agua del grifo e instalar tanto filtros de carbono activo en la entrada de cabecera de la red como varios sistemas de ósmosis inversa en diversas zonas de la ciudad.

Sanidad prohíbe el consumo de agua del grifo en Manuel por un pesticida

Más recientemente, de hecho a finales del pasado mes, la alarma saltó en Manuel, municipio que también se vio obligado a restringir el consumo hídrico al detectar la presencia de terbumeton en uno de sus pozos. El consistorio reclamó la inyección de caudal a la red, lo que permitiría diluir el compuesto químico. Tras dos semanas de prohibición, las analíticas practicadas desvelaron un descenso de este componente y las autoridades sanitarias alzaron la restricción.

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