Entrevista | Joan Miguel Piris Jugador del Family Cash Alzira FS

«El objetivo del Alzira FS debe ser disfrutar de la mejor liga del mundo»

A Joan todavía se le pone la piel de gallina cuando ve el tanto que dio el ascenso a Primera

Joan Miguel, jugador del Family Cash Alzira FS.

Joan Miguel, jugador del Family Cash Alzira FS. / Raül Amat

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

El joven cierre de Cullera ha renovado por tres años, el contrato más amplio que ha ofrecido el club hasta la fecha, tras ser clave en el ascenso del equipo a Primera División.

¿Ha asimilado ya que es jugador de Primera con el Alzira FS o todavía cree que es un sueño?

Hasta que no empiece la pretemporada o, incluso, juguemos nuestro primer partido contra un equipo de Primera, con jugadores que son internacionales con las selecciones de sus países, no me lo creeré. A día de hoy, sigue siendo una locura. De hecho, todavía se me pone la piel de gallina cuando veo el vídeo del gol que nos dio el ascenso.

¿Cómo se ha vivido desde dentro un play-off en el que el equipo se enfrentaba a clubes de mayor potencial?

Todos sabíamos que, por presupuesto y plantilla, los otros tres equipos eran mejores. Se vio en liga. Contra Burela, allí perdimos y aquí empatamos. Contra Zaragoza empatamos los dos y contra Ferrol perdimos los dos. No les ganamos ningún partido y es normal que la gente pensara que nos eliminarían a las primeras de cambio. Nosotros nos sumergimos en una burbuja. El cuerpo técnico confiaba en nosotros y nosotros en ellos. La gente decía que el segundo nunca sube a Primera y cuando eliminamos a Ferrol nos lo empezamos a creer. Además, nos lo hemos trabajado mucho y ese trabajo ha tenido recompensa.

Instante en el que Sena anota el gol del ascenso a pase de Joan.

Instante en el que Sena anota el gol del ascenso a pase de Joan. / JM LOPEZ

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Una recompensa que llegó con usted como protagonista, ya que dio la asistencia a Sena. ¿Qué recuerda de aquel momento?

Sinceramente, yo ni sabía el tiempo que quedaba cuando le pasé el balón. Fue un momento algo alocado, veníamos de tres jugadas muy rápidas. Primero fue un ataque nuestro, que Jaime (Peiró) se cae, el portero la coge y lanza la contra. Él repliega de forma increíble y la corta, se la queda Porky y volvemos al ataque. En ese momento, ni te paras a mirar el marcador porque te puedes «comer» el balón. Seguramente, si hubiera sabido el tiempo que quedaba habría chutado. Hasta después de celebrar el gol no fui consciente de que al partido le restaba menos de un segundo. No tenían tiempo para hacer nada. Habíamos subido a Primera División.

¿Cuáles han sido las claves del ascenso de este equipo?

Por un lado, creo que la tendencia clara de resultados y nivel de juego, porque hemos ido de menos a más a lo largo de la temporada. Además, en los play-off, hemos sido una familia. Nadie ha pensado en su éxito individual, todos remamos por el colectivo, y nunca se han cuestionado las decisiones del cuerpo técnico.

Y eso que de cara a la promoción se cambiaron varios aspectos en la forma de jugar…

Totalmente. Sabíamos que no podíamos hacer exactamente lo mismo para vencer a equipos a los que no habíamos ganado en temporada regular. Era necesario cambiar cosas y toda la plantilla lo entendió. El mensaje era claro: teníamos que defender bien, porque luego las oportunidades llegarían. Y el primer partido de Ferrol nos lo demostró, ya que defendimos prácticamente los cuarenta minutos y aún así marcamos ocho goles. Ese partido nos hizo muy fuertes.

Si el resultado hubiese sido otro, ¿habría sido una buena temporada igualmente para el club?

Yo creo que sí, en líneas generales hemos firmado un buen año y no hubiera sido dramático seguir otro año en Segunda. Además, poca gente podía imaginarse que conseguiríamos un ascenso en casa. De hecho, yo pensaba que de lograrlo sería en Burela en un tercer partido.

Pero fue en el Palau…

Y con el pabellón a tope. Fue una locura ver a tanta gente en la grada. Ese día fue increíble y lo recordaremos siempre.

El cierre cullerense durante el partido ante Burela.

El cierre cullerense durante el partido ante Burela. / C. Cortés

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Hablemos de su temporada a nivel individual. Llegó como un joven que tenía que adaptarse y aprender y se ha convertido en una pieza importantísima para los planes de Braulio Correal. Menuda evolución.

Yo sabía que tenía la confianza del cuerpo técnico. Es normal que uno cuando llega a un sitio nuevo le cueste jugar. Unos días jugaba más y otros menos, pero siempre tenía la confianza de que poco a tendría más minutos. Sabía que aunque me cruzase medio país para jugar un minuto, yo el lunes tenía que entrenar más y mejor, no tenía que caer en el error de bajar los brazos y enfadarme por tener poca presencia. Tampoco me he querido poner más presión de la que tocaba, soy joven, tengo 21 años, y ni siquiera se me pasaba por la cabeza dejar el club si no hubiera jugado, como sí hacen otros jugadores. Al final, todo ese trabajo ha tenido la recompensa de contar con más minutos en el play-off.

Además, esa evolución se ha producido mientras compaginaba el deporte con un trabajo externo. ¿Qué tal ha sido la experiencia?

Yo he tenido mucha suerte en ese aspecto. Hay otros jugadores que tienen su trabajo fuera y luego vienen a entrenar y a jugar, yo he trabajado para el patrocinador del club, Family Cash, que me ha puesto muchas facilidades. He hecho media jornada, siempre por la mañana para poder entrenar, además de que si tenía que viajar no había pega, así que estoy muy agradecido al club y a la empresa por ello. A partir de ahí, pues lo he llevado bien. Es verdad que hay días en los que estás más cansado que otros, pero he intentado cumplir siempre con mis obligaciones.

Hagamos un pequeño paréntesis en la actualidad. Hace un año que fichó por el Alzira FS, ¿cómo fueron las negociaciones?

Hace dos años Braulio ya me quería y yo también estaba interesado, pero entre unas cosas y otras yo acabé cedido en Mengíbar. Cuando acabé mi contrato con el Levante, me volvió a llamar. No tuve que pensármelo mucho, sabía que podía ser la oportunidad de mi vida y ya había perdido el tren una vez, no estaba dispuesto a perderlo una segunda.

Y, un año después, el Family le ofrece una renovación hasta 2026, un contrato extraordinario ya que hasta ahora lo normal es que fueran de dos temporadas, como máximo.

Para mí es un orgullo que el club me presente este contrato ahora con todo lo que supone: jugar a Primera, ganar en estabilidad y seguridad… Me siento liberado, la verdad, creo que me aportará tranquilidad a la hora de jugar y cuando las cosas no me salgan bien me repetiré que no pasa nada, que si el club ha apostado así es porque valgo y puedo hacerlo aún mejor. No le veo lagunas a firmar tres años por un gran club como este. Es un proyecto muy importante y poco a poco seguro que esto será cada vez normal porque se están haciendo las cosas bien hacia la profesionalización de un club que no hace tanto estaba en Tercera.

Joan celebra el ascenso a Primera arrodillado sobre el parqué.

Joan celebra el ascenso a Primera arrodillado sobre el parqué. / C. Cortés

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Por no mencionar que también se traslada un mensaje muy poderoso hacia los jugadores jóvenes de la comarca.

Por supuesto. Todos esos chavales que vienen por detrás ven cómo el club apuesta muy fuerte por un chico joven y de Cullera. Está claro que no todo el mundo podrá llegar al máximo nivel, pero la filosofía del club es la de ofrecerles las mejores herramientas para poder lograrlo. Y tenemos ya muchos jóvenes de por aquí que pueden seguir ese camino: Palacín es de Alzira y Maseres de Carcaixent, por ejemplo. El hijo de Braulio y algún compañero del equipo cadete han entrenado con nosotros alguna vez… Y muchos más que tendrán la oportunidad.

De cara a la próxima temporada, ¿qué objetivos se ha marcado?

No lo he pensado mucho por ahora. Creo que debemos disfrutar de competir en la mejor liga del mundo. Es espectacular poder compartir partidos con los que son tus ídolos y me imagino también que será un año muy bonito para la afición. A nivel deportivo, obviamente hay que salvar la categoría y pensar que si bajamos, podemos volver a subir como lo hemos hecho este año. Y no debemos preocuparnos en exceso si llegan malas rachas porque las tiene hasta el Barça, ¿no las vamos a tener nosotros que acabamos de subir? Además, en la Copa del Rey ya hemos demostrado que somos capaces de competir contra equipos de Primera División. Ganamos al Manzanares y Jimbee nos elimina en los penaltis.