El verso suelto del PP en la Ribera

El alcalde de Benimodo, Paco Teruel, catapultado por Mompó a la Diputación, logra agradar tanto a los votantes como a sus contrincantes políticos

Paco Teruel, alcalde de Benimodo

Paco Teruel, alcalde de Benimodo / Vicent M. Pastor

X. V.

Paco Teruel se ha convertido en un representante público que tiende puentes. El alcalde del Partido Popular en Benimodo acumula mayorías absolutas. No es extraño. Se ha convertido en un político de gran sensibilidad artística y cultural que cuida el fondo y las formas. Se ha convertido en responsable de Cultura de la diputación y no defrauda a nadie. Ni a sus rivales.

En ocasiones, en unos simples premios literarios estudiantiles, o mejor dicho, en la preparación de ese certamen literario, pueden observarse cualidades florentinas. Finura política de exquisitas formas. Esa que agiliza negociaciones, construye alianzas o consolida relaciones. Pareció interpretarlo así Paco Teruel, recientemente nombrado responsable del área de Cultura de la Diputación de Valencia por su compañero de partido y presidente de la corporación provincial, Vicent Mompó. Su localidad acogía los Premios Literarios Vicent Andrés Estellés, que sirven todos los años para rendir homenaje al insigne escritor valenciano, que vivió los últimos años de su vida en el municipio ribereño, amigo personal como era de otros destacadas personalidades de la localidad como Didín Puig o Rafael Armengol. Teruel aprovechó la cita para lanzar varios mensajes y dar un protagonismo mayúsculo a una serie de mujeres que marcan la política valenciana en la actualidad. En primer lugar, Natalia Enguix, vicepresidenta de la Diputación de Valencia y responsable de la sección de Memoria Democrática o Histórica. Elegida en el grupo de La Vall ens Uneix, el partido del alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, clave en el gobierno de Mompó, como ya ha relatado este periódico, al desnivelar la balanza del lado del centro-derecha en contra de los intereses del PSPV-PSOE y de Compromís. 

Eso la situó en el centro de la mirada, donde sigue. Y desde ese foco medular fue invitada para ser protagonista de la gala de entrega de los premios literarios de Benimodo, donde gobierna el Partido Popular de la mano de Teruel desde hace ya muchos años. Fue agasajada a la llegada, recibió los cánticos laudatorios en «albaes» ante la casa de Estellés y fue nombrada y reconocida durante el acto de entrega en el discurso del alcalde anfitrión. Teruel quiso aportar el puente y solidificar la alianza que ha permitido al PP recuperar la Diputación de Valencia y lo hizo remarcando los puntos que aproximan al nuevo gobierno de Mompó con La Vall ens Uneix: el municipalismo, el valencianismo y la apuesta por la cultura. Todo ello bastante más remarcado en Benimodo, donde Teruel se mueve como un verso suelto, único en su especie. «Yo no sé cómo ha llegado a Cultura de la Diputación pero me alegro mucho. Sé que lo va a hacer muy bien porque es un valencianista que ama su tierra», entonó una edil de un pueblo vecino, de un partido de izquierdas, por cierto. 

Gestos muy simbólicos

Y en ese valencianismo, Teruel también quiso poner en el foco del protagonismo a Verònica Cantó, presidenta de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, una institución que Vox situó entre sus objetivos a eliminar. Prologó el libro que recopilaba las mejores obras de este año, pronunció el discurso de cierre de la gala y fue también halagada por Teruel, firmando en el libro de honor del municipio con un bonito texto que emocionó al alcalde. La tercera en discordia fue la presidenta del Consell Valencià de Cultura, Dolors Pedrós, que «se siente en Benimodo como en casa». 

Todos esos movimientos políticos, de simbolismo potente, engrandecen a Teruel. Muchos no entendieron que en Benimodo se jugaba una partida importante de la política valenciana. Porque no todo es Valencia ciudad y porque la política también son redes amistosas, gestos espontáneos y movimientos a contracorriente

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