El PSPV de Montserrat se brinda a pactar con el PP si fracasa su coalición con Vox y Aigua

Sergio Vilas pone fin a los veinte años de mandato del socialista Josep Maria Mas tras suscribir un pacto de legislatura con Vox y Aigua

El cambio de gobierno se salda sin tensiones ni insultos

El PSPV admite que la investidura «es legítima»

Josep Maria Mas felicita a su sucesor, Sergio Villas

Josep Maria Mas felicita a su sucesor, Sergio Villas / Miguel Ángel Montesinos

A. C.

El mapa político que brindaron las elecciones municipales del 28 de mayo se ha vuelto caduco apenas cinco meses después de que se constituyeran los nuevos consistorios a mediados de junio. El gobierno progresista habilitado entonces por el PSPV y Compromís en Montserrat ha quedado disuelto. El hasta ahora alcalde, el socialista Josep Maria Mas, cedió a mediodía de ayer la vara de mando al nuevo líder del Partido Popular, Sergio Vilas, tras prosperar la moción de censura que había pactado con Vox y Aigua, el grupo independiente que aglutina a los residentes de los miles de chalés que se han construido en el municipio sin las infraestructuras más básicas ni el mínimo rigor urbanístico. 

Un debate  cortés y sosegado

Un debate cortés y sosegado / Miguel Ángel Montesinos

El apoyo que presta Vox al PP parece incondicional y el del grupo independiente Aigua dependerá del cumplimiento de los acuerdos alcanzados para mejorar las condiciones de algunas urbanizaciones. En cualquier caso, por si le fallan los apoyos, Villas recibió ayer una oferta inesperada por parte del ya exalcalde socialista. Mas aprovechó su última intervención para brindarle al nuevo presidente del consistorio un pacto con el PSPV y Compromís para defender juntos los intereses de Montserrat en una coalición que estaría respaldada por más del 85% de los votantes.

El enconamiento de la política nacional hacía presagiar un debate tenso y avinagrado, pero la sesión plenaria vivida ayer en Montserrat fue balsámica. Salvo algún gesto descortés y maleducado de uno de los dos concejales de la ultraderecha, la sesión plenaria se desarrolló con una placidez sorprendente. Hubo serenidad en los discursos y contención en las formas. Es más, en el balance final cabe consignar más felicitaciones que reproches. Nada que ver con la crispación y el arrebato hiriente y colérico que domina la escena pública y la todavía más desbocada ágora digital. 

Una moción "legítima y constitucional"

El alcalde saliente se esforzó en ser respetuoso, sobre todo con su sucesor. Admitió sin ambages que la moción de censura es un instrumento «legítimo y constitucional» y que cualquier gobierno sólo puede articularse en función de las mayorías. Felicitó en reiteradas ocasiones al nuevo presidente del consistorio y fue el primero en levantarse de la silla nada más concluir la toma de posesión para estrecharle la mano. Le deseó suerte y proclamó que «siempre encontraría al PSPV dispuesto a colaborar» en cualquier proyecto que mejorara el municipio.

La portavoz de Compromís, Ana Campos, también cuidó mucho las formas. Agradeció haber formado parte del gobierno local junto al PSPV, consideró «un placer» trabajar en beneficio de la ciudadanía «tanto en el gobierno como en la oposición» y reclamó a Sergio Vilas la « misma capacidad de trabajo y dedicación» exhibida por Josep María Mas porque «sus éxitos también serán buenos para la ciudadanía». Campos aseguró antes de concluir su breve parlamento que el grupo nacionalista mantendría su «política constructiva».

Vox: "Consegir lo que parecía imposible"

PP y Aigua justificaron la moción de censura en la incapacidad mostrada por Mas para cumplir los acuerdos plenarios, en la pérdida de confianza en unos gobernantes que no tenían asegurada la mayoría absoluta y en la necesidad de formar un gobierno «capaz de escuchar a la ciudadanía». El representante de Aigua, Vicente Belenguer, criticó que la izquierda gobernara «de espaldas a la ciudadanía», deploró la «parálisis» de la gestión y reivindicó el derecho democrático a buscar «sabia joven y nueva para un cambio de rumbo que ponga fin a la red clientelar y los vicios adquiridos por el PSPV». Y el líder de Vox, Juan José Rández, se limitó a expresar la alegría que sentía por «haber conseguido lo que parecía imposible»: apartar al alcalde socialista que llevaba doce años al frente del ayuntamiento.

Villas se ha convertido en el primer edil más joven de la Ribera al levantar la vara de mando poco después de cumplir 30 años. El nuevo alcalde de Montserrat tiene ante sí el reto de buscar otro inmueble capaz de albergar el nuevo centro de salud del municipio. El edificio de la calle Bonaire propuesto por el PSPV no gusta al nuevo gobierno local.

Buen talante

En sus primeras palabras como alcalde, Vilas agradeció a Mas los más de 20 años de trayectoria al frente del ayuntamiento y ensalzó su dedicación. También aseguró al PSPV y Compromís que se mostrará abierto a escucharles e informarles de la acción de gobierno y se comprometió a desarrollar los proyectos que llevaba entre manos el ejecutivo saliente. Dedicó otros tantos agradecimientos a su familia, al PP y a sus nuevos socios políticos y se congratruló de representar a más del 50% de los ciudadanos, de acuerdo con el voto expresado hace seis meses en las urnas. «Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos», concluyó con solemnidad.

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