Alzira busca el equilibrio entre la conservación y la masificación de la Murta

El ayuntamiento promueve un turismo sostenible en el paraje natural aunque con limitaciones para evitar una merma de calidad y seguridad

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Fue Aristóteles quien hace más de 2.000 años dijo aquello de que la virtud se encontraba en un punto intermedio entre dos excesos. El Ayuntamiento de Alzira sigue aquel camino a la hora de definir las estrategias que regulen el uso del Paraje Natural Municipal de la Murta y la Casella, uno de los espacios verdes más importantes del territorio valenciano. El consistorio trabaja activamente en potenciar un turismo sostenible y atraer visitantes sin alcanzar una masificación que lo deteriore y la consiguiente pérdida de su valor intrínseco.

El alcalde de Alzira y responsable del área de Medio Ambiente, Alfons Domínguez, reconoce a Levante-EMV la constante búsqueda de un «equilibrio». «Por supuesto que queremos que nuestros vecinos y los visitantes disfruten de un paraje inigualable como es el de la Murta y la Casella, pero no debemos caer en el error de pensar que todo vale porque es un espacio público. Debe existir un control mínimo de aforo que garantice su seguridad y preservación, ya que eso es lo hace que sea un lugar de calidad», expone Domínguez.

El consistorio estima que el paraje recibe entre 600 y 700 visitas en un día. La mayor afluencia se registra en dos épocas muy concretas: la Pascua y el puente de octubre. Dos periodos festivos en épocas de tiempo apacible que atraen a numerosas personas. Los fines de semana también atraen a un gran número de senderistas, llegados especialmente de València y el área metropolitana. Turistas nacionales e internacionales tampoco se pierden los encantos de la Murta.

Fuentes municipales destacan, igualmente, la importancia de que sea la propia ciudadanía la que demanda unos estándares mínimos de calidad. «Hay que reconocer el valor de que sea la propia sociedad la que apueste por preservar el paraje, porque ha desarrollado un vínculo muy especial, lo siente suyo. Y no hay político, de ningún color, que se cuestionase la necesidad de invertir recursos económicos en mantener la Murta en las mejores condiciones», señalan.

Paraje natural de la Casella.

Paraje natural de la Casella. / Agustí Perales Iborra

Salud física y mental

El Ayuntamiento de Alzira ha detectado un incremento en la valoración que los ciudadanos y visitantes, una parte importante llegados en excursiones escolares, realizan del Paraje Natural Municipal de la Murta y la Casella. «Los comentarios son, de forma generalizada, de agrado con lo que se encuentran», apuntan los técnicos medioambientales, que añaden: «Alzira puede estar orgullosa de tener un espacio de referencia a nivel comarcal, provincial y autonómico». De igual modo, el consistorio ha constatado que el mayor aprecio hacia el paraje se produjo tras la pandemia. «Desde que todos comprobamos lo complicado que era estar tanto tiempo encerrados en casa, vemos de forma diferente la naturaleza. Se entiende como un lugar que aporta calidad de vida, ya que es sinónimo de salud física y mental», concluyen.