La Policía de Montserrat evita rescatar un jabalí herido tras un atropello

El agente cedió el jabato a los cazadores en lugar de esperar a los voluntarios de un refugio animal que pretendían llevarlo al veterinario

El guardia obligó a una testigo del incidente a borrar el vídeo que había grabado por no pedirle permiso

El jabato herido en el arcén de la carretera tras el atropello.

El jabato herido en el arcén de la carretera tras el atropello. / Levante-EMV

El refugio de animales El Rebrot de la vida ha lamentado que la Policía Local de Montserrat priorizara la entrega a los cazadores de un pequeño jabalí herido que había sufrido un atropello en lugar de esperar la llegada de un grupo de voluntarios que ya había puesto en marcha desde Catarroja un dispositivo con el objetivo de rescatar al animal para que fuera curado por un veterinario y trasladarlo después a una reserva de animales silvestres.

El incidente ocurrió poco antes de las diez y media de la mañana del miércoles, 3 de enero, en la carretera que discurre entre Picassent a Montserrat. El jabato se encontraba herido al ser golpeado por un vehículo cuando pretendía cruzar corriendo la carretera. «De inmediato nos pusimos en contacto con un santuario de animales y cuando nos disponíamos a ir a recoger al animal para llevarlo al veterinario se nos comunicó que el agente de la policía local que se había personado en el lugar estaba llamando a los cazadores para que lo recogieran. Se llevaron al cachorro para matarlo», aseguran.

El grupo animalista reprocha que la Policía Local de Montserrat «no tuviera en cuenta en ningún momento el bienestar del animal sino que defendiera exclusivamente los intereses de los cazadores». El Rebrot cree que el animal herido «era seguramente era recuperable» puesto que la chica que dio el aviso para que trataran de salvar al jabato observó que la cría «movía el tercio posterior de su cuerpo, por lo que su columna vertebral no estaba rota». 

Sin tiempo que perder

El agente se negó a esperar los veinte minutos que tardaría el equipo de rescate del refugio en llegar a la zona del accidente con la intención de llevar al animal al veterinario y luego a una reserva. El agente replicó que los cazadores «habían llegado antes, como si de un trofeo se tratara, y que quería finiquitar cuanto antes el asunto». La chica que había dado la voz de alarma empezó a grabar en vídeo la escena al observar que los cazadores bajaban de su vehículo con palos, aunque el agente les recomendó utilizar un lazo y le obedecieron.

El policía local identificó después a la chica y la obligó a eliminar el vídeo. También asegura que fue amenazada con denunciarla si lo difundía. «El agente ha actuado de manera irregular al obligar a la testigo a eliminar un vídeo, ejerciendo un claro abuso de poder y coaccionándola para que se deshiciera de unas imágenes que tenía derecho a conservar en su móvil». Los animalistas deploran que no es un caso aislado «ya que últimamente aumentan los casos de represión a activistas animalistas y ecologistas».

Los conservacionistas defienden que la caza «asesina a sangre fría sin ninguna necesidad y eso no sólo es un remedio inútil para el control de la población de los animales, a quienes hemos desplazado de su hábitat, sino que además provoca accidentes de tráfico, ya que en temporada de caza aumentan considerablemente los accidentes en los que intervienen animales, que huyen del acoso de los cazadores y se ven obligados a cruzar las carreteras».

El jefe policial: «Era peligroso que causara otro accidente»

El jefe de la Policía Municipal de Montserrat alegó ayer que cedió la retirada del jabato herido a los cazadores «al tratarse de una especie cinegética, por lo que son ellos los que se tienen que hacer cargo del animal» y justificó que descartara esperar la llegada del grupo que se había comprometido a trasladarlo a una clínica veterinaria ante el «peligro inminente» que representaba que el pequeño jabalí «cruzara de nuevo la carretera y provocara otro accidente». Respeto a la exigencia de que se borrara el vídeo replicó que esas imágenes «no podían reproducirse sin pedir autorización previa y expresa a quienes aparecían en ellas».