El castillo de Corbera aún necesita estabilizarse tras siete años de restauración

La Diputación licitó en diciembre la consolidación geológica necesaria para volver a abrir al público la fortaleza árabe construida en el siglo XI

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

El castillo de Corbera espera, desde su privilegiada ubicación sobre la montaña, que 2024 sea el año en el que la vida vuelva hacer acto de presencia entre sus muros. La fortaleza árabe ha estado sometida a obras de diversa índole durante los últimos siete años. En breve comenzará la intervención que afianzará la base de la construcción, lo que permitirá retomar las visitas a un elemento patrimonial de gran relevancia para la provincia. 

En diciembre se cumplieron veinte años desde que la Diputación de Valencia comprara el castillo a las familias propietarias por 300.000 euros. Sin embargo, la corporación provincial no se implicó activamente en su restauración. En 2016, prohibió al ayuntamiento que realizara los actos festivos que solía organizar en la fortaleza con motivo del 9 d’Octubre al considerar que existía un importante riesgo de que se produjeran derrumbes. Su estado de deterioro era importante ante la falta de un correcto mantenimiento, a pesar de que el histórico conjunto está declarado Bien de Interés Cultural. En la actualidad, el acceso al público sigue prohibido.

Se puso, de ese modo, inicio a un periodo de intervenciones que se ha alargado ya siete años, primero con catas arqueológicas y luego con obras para reforzar la fortaleza y los terrenos sobre los que se ubica. Precisamente, este último aspecto centra la actuación pendiente se realizará en los próximos meses. Aunque estaba previsto que se llevara a cabo durante el pasado año, la demora en la tramitación administrativa no lo hizo posible. De hecho, la Diputación licitó el pasado mes la consolidación geológica de la montaña, según apunta la alcaldesa de Corbera, Mantxu Balaguer: «Se ha retrasado más de lo que todos querríamos, pero seguro que en breve empezarán las obras. Tanto la Diputación como el ayuntamiento caminamos en la misma dirección, pues ambas instituciones trabajamos para que tenga el mejor mantenimiento posible y para poner de relieve su importancia. El castillo es un orgullo para Corbera, pero patrimonio de todos los valencianos», indica.

Origen romano

La consolidación geológica de la montaña se considera una actuación indispensable para, por un parte, permitir que sea visitable y, por otra, realizar otras intervenciones necesarias para garantizar que la fortaleza del siglo XI luzca su mejor aspecto en años. La licitación de la Diputación contempla una inversión cercana al medio millón de euros para estos trabajos, lo que eleva a más de un millón el gasto destinado a la rehabilitación del recinto amurallado.

La corporación provincial sí que llevó a cabo el pasado año la instalación de unas defensas provisionales en forma de barreras y otros elementos protectores con la previsión de poder volver a abrir las puertas del castillo al público. «Tenemos muchas ganas, para nosotros sería muy especial poder volver a celebrar el 9 d’Octubre en el castillo. Somos conscientes de que, en un principio, no podremos realizar visitas multitudinarias, pero será un momento muy importante. De hecho, existe un gran interés. Todas las semanas recibimos llamadas de personas que quieren saber si ya se puede acceder», asegura la alcaldesa.

El castillo es de origen romano y fue reconstruido durante la época de predomino árabe, en el siglo XI. Tras la reconquista, el castillo lo ocuparon nobles a los que Jaume I cedió su control y propiedad. La Guerra de les Germanies marcó el inicio de su declive, pues quedó en estado ruinoso. Con el paso de los siglos, el castillo ha tenido numerosos propietarios, hasta que la Diputación se hizo con él.