La plaga de jabalíes incrementa los daños en Alzira al arrancar las naranjas para comérselas

La presencia de cortezas en el suelo y colgando del pezón en los árboles evidencia el paso de los animales por campos del Racó de Pachorra

Un agricultor se topa en Benimuslem a plena luz del día con una manada que se comía los caquis de destrío

Los jabalíes se comen los caquis de un campo de Benimuslem a plena luz del día

Levante-EMV

Los jabalíes que cada noche se pasean por los campos del término municipal de Alzira han pasado de escarbar entre las raíces en busca de alimento a abastecerse de fruta directamente del árbol. La estampa de campos de naranjos repletos de cortezas sin rastro de pulpa en la falda de los árboles se ha generalizado en diferentes partidas rurales que sufren la plaga. «Están cogiendo las naranjas a tirón», señala el ingeniero agrícola Fernando Piera tras visitar esta mañana un campo ubicado en el Racó de Pachorra, un zona agrícola ubicada a la entrada del valle de la Murta, a los pies de la urbanización de El Respirall, al comprobar los restos de corteza de naranja todavía frescos que colgaban de los árboles cogidos del pezón.

Cortezas de naranjas comidas por los jabalíes en un campo del Racó de Pachorra, esta mañana.

Cortezas de naranjas comidas por los jabalíes en un campo del Racó de Pachorra, esta mañana. / Levante-EMV

"Es una variedad que les encanta"

Piera detalla que se trata de un campo de Nadorcott «que este año va muy adelantado» por lo que respecta a la maduración de la fruta. «Es una variedad que a los jabalíes les encanta, pero todavía más las Orri», apostilla en alusión a la dulzura de estas naranjas. El técnico advierte de que la plaga de jabalíes «va a más» y que, en el caso del campo del Racó de Pachorra, aunque ya hay daño, es más preocupante si cabe la cantidad de excrementos de jabalíes que esta mañana se podían ver todavía frescos, lo que augura que la merma de fruta pueda ser todavía mayor. «Si siguen entrando los jabalíes, de un metro hacia abajo desaparecerá toda la fruta», augura.

Por otra parte, otro agricultor alzireño se encontró días atrás cara a cara, a plena luz del día, con un grupo de jabalíes que se comían en su parcela, sin inmutarse, los caquis de destrío esparcidos por el suelo. Antonio Navarro, aficionado a la caza, asegura que había participado el día anterior en una batida en Simat de la Valldigna en la que, pese a las rehalas de perros, no se dejó ver ningún jabalí.

 «Estaba recogiendo leña tranquilamente para dejarla preparada para triturar en un campo que tengo en Benimuslem cuando oí un ruido y, en principio, no hice mucho caso, seguía a lo mío, pero al darme la vuelta vi unos jabalíes con total descaro, como si nada», relata. 

A escasos metros de donde él se encontraba había cuatro ejemplares comiendo caquis del suelo y, agrega, un poco más alejados, en el campo vecino, otros tres o cuatro más. Algún jabalí le miró sin inmutarse y no fue hasta que les gritó cuando emprendieron la huida. «Si empiezan a venir aquí….o se iban ellos o me iba yo», comenta Navarro.