La biblioteca y otros dos edificios de Alzira son similares al devorado por el fuego

El temor se desata entre los usuarios de los edificios

Empleados del edificio cultural reclaman una revisión técnica

La Biblioteca Municipal de Alzira y el edificio que la rodea

La Biblioteca Municipal de Alzira y el edificio que la rodea / Agustí Perales Iborra

Tres edificios de Alzira utilizaron un sistema constructivo semejante al que se empleó en las dos torres de viviendas que fueron el pasado jueves devoradas por el fuego en València. Uno de ellos es público. Se trata de la Biblioteca Municipal, que forma parte del gran inmueble que ocupa el solar de la vieja piscina y cine de verano que se abría a la calle Hort dels Frares. Todo el bloque de pisos que se levanta alrededor de la gran plaza interior desde la que se accede al recinto cultural empleó materiales muy parecidos a los que fueron pasto de las llamas. Ambas construcciones fueron fruto de la colaboración público privada.

Edificio que envuelve la plaça de les Lletres Valencianes de Alzira

Edificio que envuelve la plaça de les Lletres Valencianes de Alzira / Agustí Perales Iborra

El edificio, que está inacabado en uno de los laterales, fue promovido por una constructora que, como tantas otras, fue víctima del estallido de la burbuja inmobiliaria. En parte de la fachada y en la distribución interior se utilizaron modelos constructivos muy similares a los de Valencia. Nadie incumplió ninguna normativa. En aquel momento eran perfectamente legales. Tanto la fachada y las cámaras ventiladas como el tabicado interior con materiales combustibles han levantado sospechas entre profesionales del sector, que recomiendan una revisión técnica para evaluar riesgos.

Temor entre los empleados

El edificio de la biblioteca también está en el punto de mira. Algunos trabajadores ya se mostraron ayer inquietos. Las paredes de los pisos superiores son de cartón yeso, materiales que se han declarado muy inflamables. Las placas exteriores que dan a la calle Colmenar también son de aluminio, aunque en la fachada que da a la plaza les les Lletres Valencianes se realizó con cristal y piedra. El entonces arquitecto municipal, Ambrosio Ferrer, no recordaba ayer la composición de las láminas de aluminio. Además, el inmueble acumula muchas deficiencias. El suelo se levanta con mucha facilidad, hay goteras y las puertas se atascan a menudo y cierran con mucha dificultad. La nueva sede de la Policía Local, inaugurada hace apenas un año, también ha empleado sistemas aislantes que usan material sintético.

Finca diseñada por Quino Bono en Tulell

Finca diseñada por Quino Bono en Tulell / Agustí Perales Iborra

El tercer inmueble afectado es uno de los bloques de viviendas que se proyectaron en la zona de expansión urbana de Tulell. Ocupa una de las esquinas de la avenida Comunitat Valenciana y ante él se abre una inmensa superficie de solares vacíos. El edificio, que tiene diez alturas, fue diseñado por el acreditado arquitecto Quino Bono, que ayer respondió con firmeza al aclarar que dispone de una escalera interior de evacuación “aislada e impenetrable al fuego y al humo durante 120 minutos que garantiza una salida rápida” ante cualquier emergencia. “Vivir allí es absolutamente seguro”, zanjó.

Placas de aluminio que recibren la fachada

Placas de aluminio que recubren la fachada / Agustí Perales Iborra