La federación vecinal de Alzira reclama que las obras prioricen ampliar el barranco de la Casella en lugar del tráfico

La FAAVV reivindica la opción que desplaza el Pont de Xàtiva aguas arriba y emplaza a que se detalle cuántos metros se ganan en cada alternativa

El Pont de Xàtiva representa un cuello de botella para el paso del agua por el barranco de la Casella.

El Pont de Xàtiva representa un cuello de botella para el paso del agua por el barranco de la Casella. / Perales Iborra

La Federació d’Associacions de Veïns d’Alzira (FAAVV) ha alertado de que no se puede volver a cometer el error de concebir el nuevo Pont de Xàtiva «pensando en el tráfico» en lugar de en evitar las inundaciones que provoca el barranco de la Casella, ha reivindicado la opción que desplaza el nuevo puente aguas arriba del actual ya que el cauce cuenta en ese tramo con mayor amplitud y ha emplazado a todas las administraciones implicadas a explicar con claridad cuál sería la anchura del puente en función de los distintos emplazamientos que se barajan.

La entidad vecinal anuncia que se opondrá «con todas las herramientas que posibilita el Estado de Derecho» a cualquier acto administrativo con cargo a la partida de 5 millones de euros asignada en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 que no tenga por objeto «la ampliación del barranco de la Casella». Ese es el título de la partida finalista creada para evitar las inundaciones en el casco urbano y, según señalan fuentes de la FAAVV, el concepto ampliación comporta necesariamente una mayor amplitud en horizontal y no en vertical rebajando la cota del cauce.

Reordenación del enlace viario

La FAAVV señala que en la negociación que mantienen el Ayuntamiento de Alzira y la Dirección General del Agua para definir el proyecto -sin acuerdo hasta la fecha– se «oculta» el dato más importante: cuál será la anchura del puente. «La federación se opondrá a que al elegir el lugar en el que se construye el puente se introduzcan objetivos diferentes a evitar la inundabilidad de la ciudad», señala en un comunicado difundido ayer, en el que advierte que señalará a los responsables si se agota el plazo para invertir esos cinco millones de euros y se pierden los fondos.

Como ha informado Levante-EMV, el ayuntamiento apuesta por desplazar el puente unos 200 metros aguas arriba del barranco y reordenar la confluencia de la CV-50 con la antigua carretera de Carcaixent mientras que la última propuesta de la Dirección General del Agua plantea construir un nuevo puente sobre el barranco de la Casella justo al lado del actual, aunque con una mayor pendiente. La FAAVV señala que ambos deberían anunciar los metros de ampliación que representan cada una de las alternativas frente a la realidad actual.

La federación defiende la propuesta que realizó el ingeniero Xavier Machí de construir un nuevo puente en un punto en el que el barranco es más ancho y recuerda que la ubicación actual representa un cuello de botella, «es el punto más estrecho, retiene los caudales y no cabe un puente más largo sobre un barranco que necesita ampliarse».

La entidad señala que el proyecto de ampliación del barranco de la Casella elaborado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) establece que antes del puente debe alcanzar una anchura de 31 metros, por lo que considera que el organismo de cuenca debería «liderar y coordinar» las actuaciones de las diferentes administraciones en el barranco para lograr la mayor eficacia. En esta línea, y tras aplaudir que la CHJ se disponga a revisar el proyecto de ampliación del barranco ante la perspectiva de que se pueda derribar el Molí de Montagud, emplaza al organismo de cuenca a conseguir que el área de Carreteras de la Generalitat «rediseñe el enlace de la CV-50 con la avenida de Carcaixent al objeto de ganar el espacio necesario para evitar las inundaciones y presione para que se elimine el puente actual», que ya fue reformado por la Generalitat hace escamente 20 años aunque la capacidad de desagüe se ha demostrado insuficiente.