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Gandia

Vía libre para un proyecto muerto

Medio Ambiente aprueba la Declaración de Impacto Ambiental de la ampliación del puerto que se planteó en 2005. Esa actuación quedó descartada en 2013, cuando se anunció el paseo de la escollera que hace quince días quedó inaugurado

Vía libre para un proyecto muerto

La Autoridad Portuaria de València (APV) ya tiene autorización para demoler una parte del paseo situado sobre la escollera de Gandia que hace solo dos semanas inauguró solemnemente, junto a la alcaldesa de Gandia, tras haber invertido un millón y medio de euros. Suena raro, pero la Administración actúa de manera difícilmente comprensible.

La Secretaría de Estado de Medio Ambiente ha dado luz verde al Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de ampliación del puerto deportivo y comercial de Gandia, una actuación que se arrastra desde el año 2005 y que, de no ser porque ya no existe la intención realizarse, supondría la inversión de decenas de millones de euros.

Esa actuación, surgida a la sombra de la Copa América que València acogió en 2007, se planteó por parte de la APV con el propósito fundamental de ampliar el Náutico de Gandia, que habría pasado de unos 300 a cerca de 800 amarres aptos para acoger embarcaciones de hasta 30 metros de eslora y que también incluía una marina seca.

Paralelamente se planteó, y así figura en el proyecto, una nueva terminal comercial portuaria, al sur de la dársena, prolongando el actual muelle del Serpis en 225 metros y ganando al mar una explanada de 58.000 metros cuadrados para operaciones de estiba y desestiba.

Muy pronto empezaron a escucharse las primeras voces críticas, especialmente por parte de los municipios litorales situados al sur del puerto, dado que entonces ya se contaba con informes técnicos que abundaban en la idea de que la escollera portuaria estaba entre las causas que generan la retención de arena marina y, consiguientemente, el retroceso de sus playas, motor del turismo y de una parte de sus economías locales. El proyecto incluía la demolición de una parte de esa escollera para construir otra todavía mayor.

No fueron esas críticas, ni las posibles afecciones a las dunas, a la playa de l´Auir o al paisaje protegido del Serpis, cuya desembocadura se situa junto a la zona de ampliación portuaria, lo que hizo desistir a la UPV del proyecto. Fue la crisis económica, la paralización de grandes infraestructuras y los recortes los que enterraron una iniciativa que ya se estaba considerando como megalómana. Por aportar una cifra, se habrían tenido que remover más de dos millones de metros cúbicos de materiales.

Aunque desde el punto de vista administrativo la APV ahora podría presentar el proyecto, gracias a la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental, ya hace cuatro años que esa obra quedó totalmente descartada. Lo dijo, en Gandia, el entonces presidente de la APV, Rafael Aznar, cuando presentó, junto al alcalde, Arturo Torró, el proyecto del paseo sobre la escollera, ese que sí se ha ejecutado y que ya se está disfrutando.

Además, la APV también está en fase de adjudicar a la empresa Alcara SL la concesión del Club Náutico de Gandia por un periodo que podría llegar a los 30 años sin que en ningún momento conste, ni a corto ni a medio plazo, la demolición de la actual escollera para construir el nuevo puerto.

De todo ese proyecto, que hoy está muerto aunque administrativamente haya seguido su curso, la APV únicamente plantea la ampliación del puerto comercial de Gandia, que figura, a largo plazo, en el plan de infraestructuras previsto para este recinto.

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