Las obras de construcción del nuevo edificio polivalente de Miramar avanzan a buen ritmo. La primera fase, que ha supuesto el derribo de la casa existente y la construcción de la estructura del edificio, «está muy adelantada», señala el alcalde, Asensio Llorca. Estos trabajos suponen una inversión municipal de más 210.000 euros, y la Diputació de València ha aportado otros 101.000.

El nuevo edificio está ubicado en la calle Abadia, frente a la peatonalizada plaza de l'Era, al Auditorio Municipal y al Centre Social l'Era. También se encuentra a escasos metros del consultorio médico, del colegio público Oliveretes y de la Casa de la Cultura. «Está ubicado, por tanto, en un enclave privilegiado del municipio, por su cercanía a diversos servicios públicos», según Llorca.

Con la estructura del edificio finalizada, en breve comenzará la construcción de los tabiques exteriores. El edificio polivalente contará con entradas desde la calle Abadia y desde la calle Teular. «Una vez finalizada la primera fase, licitaremos la siguiente fase para que el edificio pueda estar en uso lo antes posible», expone Llorca.

Nueva biblioteca municipal

Esta nueva infraestructura albergará en su planta baja la nueva biblioteca municipal, que será trasladada desde su actual ubicación en el Centre Social El Molí, por lo que se ubicará en una zona más céntrica y de paso para los alumnos del CEIP Oliveretes.

El nuevo edificio «permitirá desarrollar los talleres de animación lectora, cuentacuentos o charlas en unas instalaciones más amplias, así como incrementar el número de actividades organizadas», explica la concejal de Cultura, Pilar Peiró.

Finalmente, las obras también supondrán la mejora del tránsito rodado y peatonal por la calle Teular, puesto que este vial será ampliado, cumpliendo así una vieja aspiración del consistorio. «En el año 1994, cuando abrimos dicha calle, no pudimos hacerla todo lo ancho que correspondía por las características de la casa que estaba construida en ese solar y que ya hemos derribado», señala el alcalde. «Tras el derribo de esta vivienda, hemos retranqueado el nuevo edificio y, de este manera, se ha regularizado la anchura del vial», concluye Asensio Llorca.