El hospital Francesc de Borja de Gandia sigue introduciendo mejores en su atención para reforzarse en la prevención de nuevas patologías. La Conselleria de Sanitat informaba ayer de la adquisición de un aspirador de humos y un aspirador de líquidos, además de un sistema automatizado de dosificación de formol y cierre hermético para muestras anatomopatológicas.

Tanto la Supervisora de Enfermería de quirófanos, Sari Vidal, como el equipo directivo del hospital han incidido en las ventajas de contar con estos dispositivos, ya que suponen «un gran avance» respecto a los métodos que se venían utilizando pero, sobre todo, destacan que «este tipo de tecnología es fundamental para la seguridad de los propios profesionales que desempeñan sus funciones tanto en el área quirúrgica como en Anatomía Patológica», apuntan.

Desde el propio centro explican que con el nuevo equipo de dosificación de formol para pruebas anatomopatológicas se deposita el cubo de la muestra y el propio dispositivo calibra la cantidad necesaria para la fijación de la muestra y lo cierra herméticamente, evitando la evaporación de gases y posibles derrames. El sistema dispensa siempre la cantidad correcta de formol de acuerdo con el peso de la muestra, por tanto, esta tecnología innovadora permite a los operadores en salas de cirugía y en laboratorios de patología manejar muestras con total seguridad y sin exposición a humos fijadores.

Los aspiradores quirúrgicos se emplean durante y después de las operaciones para retirar líquidos, tejidos, gases y fluidos corporales resultantes de la cirugía. En el transcurso de una intervención quirúrgica debe garantizarse en todo momento la eliminación rápida y fiable de los fluidos.

En las intervenciones quirúrgicas con el procedimiento laparoscópico se venía utilizando un filtro para gas y humo. Ahora, se utiliza la aspiración de humos en los bisturís eléctricos que llevan incorporado un tubo corrugado que llega hasta el aspirador, de este modo se impide que el personal inhale los gases tóxicos que se emiten durante la combustión.

El aspirador de líquidos intracorpóreos los capta y elimina a un desagüe directamente, de este modo, el personal no entra en contacto con ningún fluido y no se generan residuos biológicos. Además, dispone de un programa de autolavado que permite tenerlo preparado para volver a utilizar.